Comienza nuestra aventurilla

Plaza de Armas de Lima

Tan puntuales como nosotros o incluso mas, nuestros respectivos padres vinieron a recogernos para llevarnos al Ave que nos llevaría a Madrid, para desde allí coger nuestro vuelo a Lima, primer destino de esta aventura.

Para ser sinceros Lima no tiene mucho que ver, a no ser que te gusten los museos ( que no es nuestro caso ), así  que visitamos el centro histórico; Plaza de Armas, Barrio Chino, Mercado municipal, zona universitaria.... Estábamos alojados en el barrio de Miraflores (bastante turístico) en el hostal Excalibur, donde la primera noche tuvimos espectáculo, serenata sexual de una mujer multiorgásmica, vamos que el chaval tuvo que tomarse algo para poder aguantar tanto, QUE FUERTE¡¡¡ .

Costa de Miraflores (Lima)

Lo más bonito es la costa, tiene un paseo con muchísimos jardines, desde donde se contempla a todos los surferos y luego está el centro comercial  Larcomar, es enorme, con todas las posibilidades que quieras de comida, lo que aprovechamos para comer unos  platos típicos de Lima: el Cebiche ( lenguado marinado con distintas salsas ), Lomo saltado y una degustación de causas (que son diferentes purés de diferentes patatas con cosas por encima)...  Mamá ves como no somos de pasar hambre.

Tras estos 4 días, fuimos a la compañía Cruz del sur para coger un autobús a Cuzco que duraba 21 horas con unos asientos tipo camas, la verdad es que son cómodos, pero al final se hacen bastante pesados y más si se retrasa casi 4 horas porque se les ocurrió ponerse a arreglar un puente, pero bueno después de casi 24 horas sin bajar ni una vez a estirar las piernas llegamos a Cuzco.

Cuzco es diferente, se nota solo viendo la cantidad de turistas que hay y del ambiente que respira toda la ciudad. Nos alojamos en el Pirwa Hostel en el Barrio de San Blás , bastante más acogedor que nuestro anterior hospedaje, después de acomodarnos intentamos dar una vuelta por la plaza de armas, pero entre el agotamiento del viaje, la altura ( 3400m ) y todo un poco, decidimos ir descansar. Nos tumbamos un poquito a las 6 de la tarde y de repente amanecimos a las 6:30 de la mañana, eso sí, nos levantamos mas frescos que una lechuga, y a las 8 ya estábamos preparados para conocer Cuzco. Recorrimos cada punto del plano del centro, no nos faltó nada, incluido el mercado central (a Alberto le encantan).

El Cristo esta arriba del todo

Nos recuperamos del paseo tomando una Cuzqueña en el café trotamundos, con unas vistas preciosas de la Catedral y Plaza de Armas. Se veía desde el café un mirador con un cristo blanco y como nos encontrábamos frescos decidimos subir hasta allí. El paseo fue durillo porque fueron 34 minutos de subida, pero las vistas desde allí merecieron la pena.

Vistas desde el mirador

Cuando regresamos al hostel, nos preparamos una suculenta comida a base de espaguetis con tomate y atún que estaban para chuparse los dedos, después preparamos las mochilas para hacer el camino Inca a la mañana siguiente.

Y si queréis saber más, seguid entrando en el blog cada día, ya que no hemos conseguido que os lleguen mails cada vez que publicamos.

Y ahora un pis y a la cama.