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Mostrando entradas con la etiqueta 12 Vietnam. Mostrar todas las entradas
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30 de mayo de 2012

Hanoi y ultimos dias de Vietnam

Lago Hoan Kiem
Bueno, bueno, otra etapa que finaliza de este fantástico viaje. La verdad es que el tiempo pasa volando y ya nos queda cada vez menos para volver a casa. Pero bueno, aun quedan unos meses por delante para seguir disfrutando cada dia. Ahora a lo que vamos....
Llegamos a Hanoi, después de 3,5 horas de bus desde Halong. El bus de la agencia paraba en pleno centro, donde estaban todas las agencias y hoteles, aunque la verdad es que al final no tuvimos mucho que buscar, ya que enfrente mismo estaba el hotel de la agencia (Aurora hotel). Enseguida salieron para ofrecernos una habitación y de nuevo Alberto se encargo de las negociaciones, que cada vez hace mejor. Cuando bajó de ver la habitación, una sonrisita me reveló que habíamos conseguido un buen trato. En lugar de los 30$ que costaba, nos lo dejaron en 20$ con el desayuno incluido. Lo que no me imaginaba era que la habitacion iba a ser tan guay, con una cama enorme de matrimonio, el baño fenomenal, pantalla de tv plana y además hasta un ordenador...genial!!!
Water Puppets
Después de la alegria por la habitación, nos fuimos como siempre a ver la zona y a ubicarnos.
La verdad es que la zona no podía estar mejor, en plena ciudad vieja, donde por todas las calles hay una actividad loca, tiendas de todo tipo y toda la oferta gastronómica que desees. Toda esta zona es como un mercadillo, donde cada calle o zona está dedicada a temas diferentes: están las calles de los zapatos, de la comida, de la ropa, hilos, etc... Decidimos aprovechar la tarde para ir a ver las marionetas de agua, algo curioso y diferente, aunque tampoco nada del otro mundo. Compramos la entrada cara (100000dvn) en las primeras filas, pero si no se llena puedes comprar la otra por 40000 y una vez empezado sentarte en los asientos libres de delante
.
West Lake

Mausoleo Ho Chi Min
Pagoda Pilar único

Dedicamos los sigientes 3 dias a visitar toda la ciudad, pero con tranquilidad ya que teníamos muchos dias por delante. Visitamos el lago Hoan Kiem, con su pagoda en medio, el mercado, el West Lake con la Tran Quoc Pagoda, que es bastante bonita (aunque solo lo vimos por fuera porque estaba cerrada), la ciudadela, y finalmente el Mausoleo de Ho Chi Min, que sin duda es lo que mas nos ha gustado y es lo que voy a detallar un poco mas. Para entrar, no tienes que pagar nada, cosa que se agradece, pero tienes que pasar por unos controles y cumplir una serie de normas de vestimenta y actitud (no puedes entrar en pantalones cortos ni tiranes). Tras pasar el primer control (donde nos quitaron el agua) y tras dejar la cámara de fotos en una especie de garita, te diriges hacia el Mausoleo por un camino del que no puedes salir ni correr por el. Hay guardias por todas partes controlando que nadie se salga del camino. Cuando llegas a la puerta del mausoleo, empieza una alfombra roja (como si fueramos los famosos de los oscar) y te indican que te quites gafas de sol y que tienes que estar en un silencio absoluto (lo que hace mas facil que te salga una risita inevitable). Al entrar al edificio, la temperatura desciende casi 10 grados y la vigilancia se triplica...¡¡Ni que nos fueramos a llevar la momia!!!!! Por fin entramos en la cámara donde se encuentra la momia de Ho Chi Min, el silencio es total y además no puedes pararte a observarla con calma, así que tienes que caminar lo mas lentamente posible para verla con detalle. Es espectacular lo bien conservada que esta, parece que simplemente está durmiendo, no da nada de rollo, realmente nos impactó ver la delicadeza y solemnidad con la que tratan todo lo referente a este personaje. De verdad merece la pena visitarlo.
A parte del Mausoleo, están todos los jardines que lo rodean, además allí tambien se encuentra la Pagoda de un solo pilar. Contrasta lo limpio y cuidado que está el edificio de la tumba y lo poco cuidado que está el resto.

El viernes, cuarto dia, decidimos hacer una excursión que nos recomendaron en nuestro hotel: "Perfum Pagoda" que duraba todo el dia. Nos recogieron en nuestro hotel y tras 1,5 horas de bus, llegamos al punto donde nos esperaban los botes, ya que solo se puede llegar hasta la pagoda en bote o helicóptero. Estuvimos 1 hora en el bote disfrutando del paisaje y del silencio. Cuando llegamos vimos los efectos de las lluvias de esos últimos dias y sobretodo de la noche anterior, ya que bajaba una cascada de agua por los escalones que nos llevaban a la pagoda. Llegaba el agua hasta los talones!!!
Perfum Pagoda
La pagoda es bastante curiosa, sobretodo por su accesibilidad. A esta pagoda, suelen ir a peregrinar los vietnamitas, al menos una vez en su vida. Nosotros tuvimos suerte de ser temporada baja, así que no habia ninguna aglomeración ni de barcas en el rio ni de personas en la pagoda, de hecho todos los puestos que había en toda la zona estaban prácticamente cerrados y solo habia alguno para ofrecerte algo de bebida. Tras ver la pagoda, nos fuimos a coger un teleférico que nos llevaba a la cima de la montana a visitar una cueva. Las vistas desde el teleférico eran bastante bonitas, estábamos totalmemte en medio de la selva. La verdad es que la cueva era enorme y estaba bastante chula. Bueno igual sobraban los altares que habían construido al final que eran de todo menos sencillos.
Decidimos bajar caminando la montaña para disfrutar mas el paisaje, pero enseguida nos dimos cuenta que iba a ser algo difícil, ya que todo el camino esta rodeado de puestos de locales que te impiden ver el paisaje.
"Ola de Tapas"
Una vez abajo, de nuevo volver al bote para regresar al punto donde nos recogía el bus para volver a la ciudad. La verdad es que fue un tour que estuvo bastante bien. Llegamos algo cansados pero queríamos ir a un bar español que nos recomendaron unos españoles que venían en el tour, así que nos dimos una ducha y salimos antes de que nos diera el bajón y mereció la pena. El bar se llama "Ola de tapas" y lo lleva Carles, un paisano de Gandia que lleva 4 años en Vietnam. La idea era tomar solo una cerveza y saludarlo, pero cuando vimos la carta...no pudimos evitarlo y nos pedimos unas "tapitas": bravas, gambas al ajillo, queso manchego, huevos rotos y lo mejor, dos montaditos de JAMÓN SERRANO, con lo que lo echábamos de menos...¡¡dios como disfrutamos!!. Además de la comida y la charla con Carles (contándonos como había llegado aquí), nos amenizaba la velada un trío que tocaban la guitarra española de categoría, así que realmente valió la pena salir.
Los dos días restantes los dedicamos a descansar, dar pequeños paseos por la ciudad, callejeando como nos gusta y visitar el mercado nocturno que ponen de viernes a domingo. El mercado es enorme y la aglomeración de gente es impresionante, toda la ciudad está allí. Lo mejor es que toda esa calle está cerrada a las motos, lo que se agradece un montón.
Con Carles

En nuestro último día en Vietnam, decidimos darnos un homenaje y fuimos a comer al local de Carles, a comernos un arrocito bueno que tanto echamos de menos. Nos decantamos por un arroz meloso de pulpo, almejas y gambas...¡¡¡Delicioso!!! acompañado de cerveza bien fría, buena música y  buena compañía. No se podía pedir más...la verdad es que nos fuimos de Hanoi con muy buen sabor de boca. ¡GRACIAS Carles!. 
Tenemos que decir que, en general, Vietnam nos ha sorprendido gratamente, hemos visto lugares maravillosos e indescriptibles como Halong Bay, caóticos como Ho Chi Min, por sus millones de motos, pero sin dudarlo como ciudad nos quedamos con Hoi An, que es preciosa.
Ahora nos queda como siempre la peor parte, el traslado a un nuevo lugar, no por el viaje en si, sino por las tantísimas horas que se necesitan para recorrer unos poco cientos de km. En esta ocasión el más largo de Asia hasta ahora, 22 horas nada menos. Esperamos esta vez tener algo más de suerte con la cama y la compañía. Ahora ya sabéis como siempre, antes de subir al bus....un pis..............




23 de mayo de 2012

Tam Coc y Halong Bay, dos ciudades de ensueño.

Tam Coc
Bueno, en este último trayecto de bus hacia nuestro nuevo destino, tuvimos la misma mala suerte que en los anteriores, ya que nos tocó en las camas del final del bus, que están algo más apretadas que las otras, pero no sólo eso, sino que además nuestros vecinos eran una familia francesa con dos niños pequeños, de 2 y 6 años, que nos dieron una  nochecita perfecta, sobre todo a Alberto que tenía a la niña casi encima de él. Imaginaos cuanto dormimos...más bien nada.
Supuestamente, nuestro destino era Hanoi, pero decidimos pararnos unos 90 km antes, en una ciudad que teníamos muchas ganas de conocer: Tam Coc. El Bus nos paró a las 5:30 en Ninh Binh a pocos km de Tam Coc y ya había "cazadores" esperándonos para que eligiéramos su hotel. Nos decidimos por Xuan Hotel, que estaba enfrente mismo y nos dejó una habitación bastante decente por 10$. Nos tomamos un par de horas para intentar descansar un poco y refrescarnos y decidimos ir ese mismo día a visitar esa ciudad de la que tanto habíamos leído, es como Halong Bay pero en tierra, así que estábamos ansiosos por ver si era tan bonito como decían. Aquí no es posible contratar un tour para hacer la visita, la tienes que hacer por tu cuenta, sólo vienen excursiones organizadas desde Hanoi, así que alquilamos una moto en el mismo hotel, dónde nos dieron todas las explicaciones de como llegar y qué visitar. Nos subimos a nuestra motocicleta, automática, eso sí, y rezamos para llegar sanos y salvo. Tenemos que decir, que una vez te acostumbras a romper todas las reglas de circulación, es sencillo moverte por sus calles y nosotros estamos empezando a ser expertos.
puerto

Tam Coc, se encuentra a tan sólo 8 km de Ninh Binh, y no tiene ninguna pérdida. Llegamos a un pequeño puerto dónde esperaban todas las barcas que recorren el río paseando a los turistas y sacamos los tickets para el paseo en barca, la pagoda y otro templo, en total 70000 vnd/p/p. Aquí todo el mundo te intenta sacar la pasta en cada momento y por aparcar la moto (los turistas no podemos dejarla en cualquier sitio como ellos), nos pedían 10000 duong, menudos flipados!!! Alberto todo indignado, discutía con ellos que quería el mismo precio que los vietnamitas, pero no le hacían ni P.caso, jajaja. Al final le dijo que le daba 5000 y punto. Ya preparados y bajo un sol que quemaba, nos subimos a nuestra barca para disfrutar de un paseo por uno de los paisajes más bonitos que hemos visto en mucho tiempo. Es uno de esos sitios que por muy bien que lo describas no hace justicia a lo que es en directo. Pero intentaremos que os hagáis una idea.
paso por debajo de la montaña
La barca te lleva por el cauce del río, rodeado por unas formaciones montañosas de un verde precioso. En los bordes del río crece el arroz por todas partes, que en esta época está totalmemte verde, lo que aún nos recuerda más a nuestra tierra. De repente, cuando piensas que se acaba el camino, se abre una gruta en medio de la montaña,bueno más bien "debajo" de la montaña, que atraviesas mientras disfrutas de las vistas de una cueva con estalactitas de formas preciosas. Y así atravesamos hasta 3 montañas. Se ven templos construidos en las cimas de las montañas que parecen inaccesibles. Se respira una tranquilidad, un silencio y una paz, que hace que ni siquiera quieras hablar demasiado para no romper la magia. De verdad precioso!!!!
Otra cosa curiosa, es que los barqueros llevan los remos con los pies, mientras con una de las manos sujetan su paraguas para que no les de el sol, así que cuando miras  hacia el río, puedes ver un montón de sombrillas de colores y de sombreros de cono.


Después de nuestro increíble paseo de casi 2 horas en barca, cogimos la moto para dirigirnos a nuestro siguiente destino, a tan sólo 3 km: Bich Dong Pagoda, bastante pequeña a pie de montaña, nada del otro mundo. Aquí de nuevo nos pedían una pasta por aparcar la moto, pero conseguimos dejarla por tan sólo 2000duong. Nuestro último lugar antes de comer fue el templo Thai Vi, muy parecido a tantos que hemos visto, pero que tenía unos árboles con flores rojas en el interior preciosos.

Thai Vi
Mua Cave

Después de comer un poquito en un bar local y recuperar fuerzas, nos preparamos para nuestra última visita: Mua Cave, un templo construido en la cima de una montaña, al que se acede después de subir la friolera de 500 escalones. La entrada al templo cuesta tan solo 20000 vnd y a pesar del terrible esfuerzo para llegar hasta arriba,  no por el número de escalones, sino por  el calor sofocante, vale mucho la pena  por las impresionantes vistas que se disfrutan. Se ve parte del río con las barquitas navegando y rodeado del verde de la montaña y del arrozal. Impresionante!!! Además el propio templo es muy bonito, con dos pequeñas pagodas en diferentes cimas y con la serpiente que parece pasearse por la montaña. Brutal!!!
Vistas desde Mua
Una vez arriba, no tienes ganas de volver a bajar, solo quieres quedarte allí disfrutando de las vistas....pero bueno, al final hay que bajar y continuar la marcha. Regresamos a nuestro hotel, contentos con todo lo que habíamos aprovechado el día. Como la moto la teníamos alquilada todo el día, volvimos a cogerla dos horas más tarde para pasearnos por la ciudad. Hay que decir que Ninh Binh, no es muy bonita y tiene pocas cosas que ver. Sólo nos quedaba una misión, averiguar si finalmente había un bus que fuera a Halong Bay. En todas las agencias que habíamos preguntado, nos decían que no había forma de ir hasta Halong, que teníamos que ir primero a Hanoi y de allí a Halong, pero nosotros habíamos leído en un blog, que unos chicos fueron en bus local desde Ninh Binh. Nos presentamos en la estación de autobuses para preguntar, pero no había ni una persona que hablara inglés, así que después de intentarlo de todas las maneras posibles, no pudimos sacar nada en claro. Fue en nuestro hotel donde al final nos solucionaron todo el problema. Nos dijeron que había un bus local que iba hasta Halong dos veces al día, a las 5:30am y a las 12:30pm. Costaba  120000vnd/p/p y además nos vendrían a recoger a la puerta del hotel...¡Qué más podíamos pedir!
Como habíamos visto todo lo que había que ver, decidimos irnos al día siguiente a las 12:30. Le dimos las gracias a Xuan por su ayuda y su amabilidad y nos recogieron puntuales.

Halong Bay desde nuestra ventana
La verdad es que teníamos un poco de miedo de como sería el bus, pero resultó perfecto. Un bus pequeñito, con el A/C funcionando perfectamente, muy cómodo y limpio. Eso sí, éramos los únicos "no vietnamitas" del bus. Nos miraban todos un poco raro, como preguntándose qué hacíamos allí. La mujer que teníamos delante se pasó el viaje girada, mirándonos y partiéndose de la risa...se ve que le hacíamos gracia.
El viaje duró unas 4:30 horas, no mucho, teniendo en cuenta, que cada vez que veían a alguien en el arcén, paraban para preguntarle si iba a Halong a grito pelao. El único inconveniente, fue dónde nos pararon; en la carretera a 5 km de la parte turística de Halong city. Pero bueno ya podréis imaginar que eso no fue problema, ya que curiosamente, había un chico con su coche, que nos llevaba encantado por solo 50000 vnd. ¡¡Pero que os pensáis todos, que somos un cajero automático!!!! Ya supondréis también que aquí Alberto tuvo que intervenir y sacar ese trayecto por tan solo 20000, jajaja, está hecho un hacha.
Curiosamente el tipo tenía también un hotel y una compañía para hacer el tour en barco...¡Qué casualidad!!!! pero no perdíamos nada por verlo.
Después de ver su hotel decidimos buscar algo mas ya que olía demasiado a humedad. No sabíamos que no iba a resultar fácil encontrar otro, ya que Halong Bay es uno de los sitios más turísticos y caros de Vietnam, así que después de ver muchos hoteles conseguimos que nos dejaran uno por 20 $, tras mucho pelear. Lo bueno es que estaba enfrente de la playa y lo malo es que no incluía desayuno.
Halong bay

"El Aurora"
Después de instalarnos nos quedaba otra faena importante; buscar un barco en el que hacer el tour por la bahía. Resulta que casi todos están organizados desde Hanoi, y por aquí no hay muchas oficinas de turismo que ofrezcan el tour, sólo en los hoteles. En el nuestro nos pedía 75$p/p, lo que nos pareció muy caro, pero luego preguntamos en otros sitios y nos llegaron a pedir 120 $, una locura!!!. Hablamos con el chico que nos trajo en coche y su tour costaba 69 $, algo más barato. Decidimos esperar hasta el día siguiente para confirmarlo, ya que queríamos ir al puerto por si allí en persona había más ofertas, pero nos llevamos una desilusión ya que nadie ofrecía los tours. Nos quedamos finalmente con el de 69$ pero antes exigimos ver el barco para no llevarnos ninguna sorpresa. Nos llegó a enseñar 3 diferentes, y nuestra elección fue "El Aurora" que acabó siendo muy buena decisión. Aunque por fuera parecía un poco hecho polvo (como todos), por dentro estaba muy bien cuidado y las cabinas estaban muy bien. La comida estuvo mucho mejor de lo que pensábamos, muy buena y variada y en grandes cantidades. Pero lo mejor de todo el tour no es, ni mucho menos el barco; el paisaje es lo que te deja sin habla. Creo que es uno de los paisajes más bonitos que hemos visto en nuestra vida.


La bahía está llena de montañas de todos los tamaños y formas que parece que salgan de la nada, además están totalmente cubiertas de una frondosa vegetación que las hace impresionantes. Navegas entre todas ellas y el silencio es perfecto, la tranquilidad, es genial!!!!.
En la cueva

Paramos para ver unas enormes cuevas formadas dentro de algunas de estas formaciones rocosas que son increíbles. Cuando entramos en la primera cueva, estábamos como adormecidos, pensábamos que era por el calor y que acabábamos de comer, yo casi no podía mantener los ojos abiertos, no nos lo podíamos creer, durmiéndonos mientras estábamos viendo un sitio precioso...¡¡algo no cuadraba!! hasta que de repente caí en el cuenta. En la comida nos habíamos tomado una pastilla para el mareo, por prevención, que al no tener cafeína, daba somnolencia, así que ahí estábamos los dos, tambaleándonos para no caernos y frotándonos los ojos para mantenerlos abiertos...¡que fuerte! menos mal que al estar en movimiento nos fue mas fácil y conseguimos superar al sueño y disfrutar de las cuevas. De vuelta en el barco nos relajamos con una copa de vino mientras disfrutábamos del paisaje. Antes de cenar, paramos para poder darnos un baño entre todas esas montañas mientras esperábamos la puesta de sol. Un final perfecto.



Al día siguiente pudimos hacer kayak y fue una experiencia genial, estar "casi" solos entre esas montañas, sin ruidos, sin gritos, vamos para repetir. La verdad es que se nos hizo muy corto. Tenemos que decir, que nos hubiera gustado parar en alguna playita de las que hay por la bahía y disfrutar algo más del baño, pero bueno no estuvo nada mal.  Llegamos a puerto después de comer y nos estaba esperando el bus para llevarnos a Hanoi (que estaba incluido en el precio que pagamos por el tour), nuestro último destino en Vietnam.
La verdad es que estas dos ciudades han sido impresionantes, nos han dejado marcados para mucho tiempo y sin duda todo el mundo que venga a Vietnam tiene que visitarlas. 
Ahora solo queda prepararnos para nuestra ultima etapa: Hanoi, pero bueno eso ya es otra aventura, así que ahora como siempre solo falta ...un pis y de nuevo encima del bussssssssssssss.






17 de mayo de 2012

Hue: Ciudad Imperial

Puerta principal de la Ciudadela
Nos recogió nuestro "fantástico" bus, con una hora de retraso, pero aquí esto es bastante normal. El bus era tremendo, bastante sucio y lo peor de todo, el AC funcionaba fatal, menos mal que pudimos abrir la ventana y nos entraba algo de aire. Llegamos a Hue después de unas 4 horas de viaje, con parada de 30 minutos. Nos pararon en un hotel, en el que rápidamente salieron todos para ofrecernos la estancia. Como siempre vimos la habitación antes de decidir nada, pero la verdad es que aquí los hoteles están genial. Conseguimos una habitación con A/C por supuesto, por 14$, con desayuno y wifi...vamos reduciendo el precio. 
Tras instalarnos y refrescarnos, fuimos a controlar el barrio. Estábamos al lado del río perfume que atraviesa toda la ciudad, es precioso. Encontramos un sitio para comer dónde nos pusimos morados. Alberto unos nachos (está algo cansadillo del arroz) y yo Noodles fritos con cerdo, rico rico!! . Buscamos varias agencias para obtener información acerca de qué ver en Hue, y nos fuimos a descansar y preparar los 2 siguientes días. 


Nos levantamos pronto como siempre, y fuimos andando hasta "La Ciudadela o Ciudad imperial" dónde hasta hace bien poco aún vivían emperadores y príncipes. La ciudadela es impresionante, no hay que dejar de verlo. La entrada cuesta 80000 vnd y puedes pasarte horas allí dentro ya que es grandiosa. La puerta principal es preciosa. Aún quedan bastante edificios en pie con lo que se puede apreciar perfectamente como vivían en esa época y no se andaban con tonterías, sólo dónde vivía la madre del emperador es más grande que un campo de fútbol, con lagos, jardines, increíble!!! Después de pasar casi 4 horas dentro, regresamos paseando por la vieja ciudad, muy diferente a la de Hoi An, nada turística y dónde ves realmente como vive la gente.

Llegamos muertos al hotel y reposamos un poco antes de nuestra nueva salida. Queríamos ver el atardecer en el río perfume, así que nos sentamos delante de una cervecita fresca a esperar el momento. Una vez oscurecido seguimos paseando a orillas del río, dónde por las noches ponen en mercadillo de todo tipo de cosas y dónde también hay puestos de comida, todos con producto frescos del mar que tenían una pinta muy buenaaaaaaaa, aunque esa noche no caímos en la tentación. También es bastante bonito el puente, que lo iluminan de diferentes colores. De regreso al hotel, se nos abrieron los ojos cuando vimos una agencia dónde estaba la excursión que queríamos hacer casi a la mitad de precio que nos pedían en el hotel y otras agencias. En lugar de 150000vnd sólo nos costaba 90000. Decidimos tomarla si duda, ya que la moto que teníamos intención de alquilar nos costaba ya 100000, sin contar la gasolina y además no teníamos muy claro si habría indicaciones para llegar a nuestros destinos. Además en la excursión estaba incluida la comida y una parte del tour en bote, así que no lo pensamos dos veces.
Pagoda
Nuestro bote
Nos recogieron al día siguiente puntuales y fuimos directamente a tomar el bote. La primera visita fue a una casa típica vietnamita, pero de gente adinerada, con un jardín con todos los arboles frutales imaginables y hasta con su templo incluido. De allí de nuevo en bote directos hasta la Pagoda Thien Mu, una pagoda de siete pisos preciosa cuyo templo alberga las reliquias de un monje bonzo que se quemó a si mismo en protesta por los ataques a su religión (de ahí viene lo de quemarse a lo bonzo). Seguimos nuestra ruta hasta el Templo Hon Chen, que vimos sólo desde fuera, ya que hasta la misma guía nos advirtió que no valía la pena. A la vuelta teníamos preparada nuestra comida: tofu, tortilla, verduras y como no arroz. Dejamos el bote para visitar la primera tumba del tour: Minh Mang Tomb. Nos habían dicho que no hacía falta entrar en las tres tumbas, ya que eran parecidas y las entradas costaban 80000 cada tumba. Decidimos entrar en la segunda: Khai Dinh Tomb. Nos encantó. Tras subir unas escaleras, nos esperaba una explanada con las estatuas de los guerreros y dos torres enormes. Detrás y tras más escaleras, estaba el edificio con la tumba. Todas las paredes están decoradas con cerámicas preciosas y los techos pintados con cabezas de dragones, además que habían sido pintados con los pies en lugar de con las manos. Pero lo más sorprendente es la habitación de la tumba, de todo menos sencilla, toda dorada y con las paredes de cerámica también y encima de la tumba una trona con la figura del emperador en dorado también....como ya hemos dicho, sencillito!!!

Tumba Khai Dinh








La tercera y última tumba: Tu Duc, la vimos desde fuera y esperamos al resto con una cervecita fresca. 
De vuelta a la ciudad, nos pararon en una tienda para ver como hacían el incienso, algo muy usado en este país e intentaron que compráramos algo como siempre, pero nosotros a estas alturas somos difíciles de convencer.
Inciensos 
Para despedirnos de la ciudad decidimos ir a cenar a orillas del río. elegimos un barecito en el que nos prepararon unas estupendas tellinas (enormes) y unas caracolas de mar (aún más enormes) en una salsa picante que estaban para chuparse los dedos, eso sí al final la boca nos quemaba tanto a causa del picante, que no hacíamos más que beber cerveza tras cerveza, apoyando los labios en el fresquito de la lata para aliviar el quemazón. Nuestro siguiente plato fue media raya al grill que también estaba buenísima. La mujer nos convenció para probar una sopa de pescado, como no sazonada con picante que hizo que empezáramos a sudar sin parar, mientras todos ellos se partían de risa. Acabamos con todas las cervezas frías que tenían !! Lo mejor de todo la cuenta al final que fue menos de 13€ así que nos fuimos al hotel doblemente contentos.
Uno de los platos
Veis las enormes guindillas!!!
Al día siguiente teníamos que coger de nuevo un bus a nuestro nuevo destino. Un bus que se nos iba a hacer muy largo, ya que teníamos que recorrer la distancia más larga hasta ahora. 
Amanecimos lloviendo a cántaros,cosa que no nos gustó mucho por miedo a como podía estar la carretera, y además no pudimos salir del hotel prácticamente hasta las 17:30 que venía nuestro bus. Alberto aún se escapó para cortarse el pelo y hacer una cosa que había visto en documentales y tenía curiosidad por hacerse: una limpieza de oídos. Como lo oís, estuvieron limpiándole las orejas y oídos y la verdad es que le encantó, ya os contará él en persona como fue....ahora ya sabéis que como siempre y más con estos buses, Un pis........y a viajarrrrrrrrrrr




13 de mayo de 2012

Hoi An !!! Preciosa ciudad antigua

Hoi An
Llegamos a Hoi An, después de mas de 12 horas de autobús en el que tuvimos "mucho roce", y es que tuvimos la mala suerte de que nos tocara las camas del final del bus, cinco camas, si separación alguna, en la que "quererse" era inevitable, pero a pesar de eso, de los continuos frenazos y del dedo ligero del conductor con el claxon, pudimos hasta dormir un rato. La verdad es que a esta gente le das un vehículo sin "pito" y les haces una gran "putada", es increíble!!!, notas que la ciudad se despierta, por el sonido de los pitos de fondo.
En fin, llegamos a la estación de bus, y no sabíamos muy bien dónde dirigirnos, no sabíamos si estábamos lejos o cerca del centro, así que decidimos aprovechar la situación, y nos fuimos con un shuttle bus de un hotel que estaba esperando en la estación, el "Sunflower Hotel". Llegamos para ver si nos gustaba la habitación y la verdad es que no estaba nada mal, con su piscina, desayuno buffet y wifi, por  18$/día, así que no quisimos buscar más, además tenía un servicio de bus que te llevaba al centro, aunque estaba a tan sólo 10 minutos caminando.
Desayunamos un poquito, descansamos y tras una buena ducha refrescante (a las 6:30 ya se nota un calor impresionante, decidimos ir a tomar nuestro primer contacto de esta nueva ciudad.

La furgo del hotel, nos dejó a la entrada de la "old town", y nada más bajar, supimos que nos iba a gustar mucho esta ciudad. Lo primero, es que dentro del casco viejo, no puede entrar ningún motor, ni coches, ni motos, ni nada que haga temer tu vida, así que daba gusto pasear por las calles. Segundo, realmente esto si que nos parece una ciudad típica vietnamita, con una mezcla colonial francesa que le da un aire perfecto a la ciudad. Aquí no hay edificios altos ni grandes estructuras como en las grandes ciudades, cosa que se agradece. Todas las calles del casco viejo está repletas de tiendas de souvenirs, pequeños restaurantes, casas de arte y sobretodo de tiendas de ropa de seda, en las que te puedes agenciar un vestuario completamente nuevo y a medida ( ya que te hacen las piezas para ti personalmente, por un precio brutal!!!!, lástima que estemos en este tipo de viaje, y nuestro presupuesto esté limitado, sino arrasaría !!!!
Puente Japonés
En el paseo, fuimos a ver una de las atracciones de la ciudad; "el puente japonés", que no conseguimos saber muy bien el motivo por el que se construyó, pero que es bastante curioso. Lo más curioso, es que te piden que pagues un ticket por atravesarlo desde la calle principal, pero si lo haces del lado contrario no pagas nada, ¿? Hay muchas calles curiosas por las que caminar, ya que siempre encuentras algún templo, algún teatro o algún edificio interesante. Seguimos nuestro paseo hasta la otra parte del río, atravesando un puente con decoración totalmente vietnamita, con sus farolillos y eso, muy bonito, aunque recuerda mucho al estilo chino, y es que los vietnamitas tienen una gran influencia china, o al menos eso nos parece a nosotros.
Mirar como me coge el brazo
¡¡¡Anda que me soltaba!!!
Seguimos recorriendo las callecitas, hasta llegar al mercado de la ciudad, algo más pequeño que el de Saigón, pero que vale la pena visitarlo. Es caótico y genial, con las motos  intentando atravesar los pequeños huecos entre las tiendas (sálvese quién pueda), la cantidad de puestos de fruta, comida, en fin de todo. Nos sorprendió un puesto con una cantidad tal de huevos de diferentes especies (que por supuesto no conseguimos averiguar) que por supuesto  tuvimos que inmortalizar en una fotografía y así en muchas más cosas. Lo mejor fue, cuando una mujer, me secuestró prácticamente, se enganchó a mi brazo e insistió en que hiciéramos una foto: inocente de mí, pensé que le habíamos hecho gracia y quería una foto con nosotros, hasta que soltó la típica frase de turno: "UN DOLAR" !!! ¿ Pero qué me estás contando? si has sido tú quién me ha secuestrado???? Por supuesto no le dimos nada y seguimos nuestro camino. Tenemos que decir, que estos vietnamitas se han espabilado muchísimo e intentan sacar lo máximo al turista, cosa que puedo entender en muchos casos, pero a veces se pasan un poquito, además no les puedes discutir nada, discutir con ellos es como darse cabezazos contra una pared, y además sales perdiendo seguro, así que lo mejor es no tener que hacerlo nunca. Pero sigamos...
Tras es paseo, viendo que nuestras ropas estaban ya completamente empapadas, y necesitábamos algo de relax, fuimos a lo que mejor sabíamos hacer: tostarnos al sol en la piscina del hotel... Jo como nos gusta Hoi An!!!
A pesar de que había sido un día duro (por el viaje), teníamos ganas de ver la zona vieja iluminada, y realmente vale la pena, con todas las calles, los puentes, los bares, vamos todo, iluminado con los farolillos de diferentes colores que dan un aspecto precioso a la ciudad. No hay que perdérselo.
Preciosos!!

Cenamos en uno de los locales a orillas del río: Curry de pato y hamburguesa de atún. Y lo mejor, jarras de cerveza frías (aquí no es tan fácil), por el increíble precio de 4000 vnd, ¡¡SOLO 0,15 €!!!!  os lo podéis creer!!! imaginaos como nos pusimos, jajaja. Y además con vistas!!!
Para ser el primer día, la verdad es que lo aprovechamos al máximo, así que en cuanto llegamos al hotel, caímos rendiditos.
Ruinas MySon
El barco de vuelta
Al día siguiente, contratamos una excursión para ir a MySon, unas ruinas a las afueras de la ciudad, ya qu
e las otras excursiones no nos parecieron interesantes. Costó 6$/p/p por ir en bus hasta las ruinas y regresar en bote por el río. La sorpresa la tuvimos cuando el guía nos dice que hay que pagar 60000vnd p/p para entrar a las ruinas, y es que en la agencia no nos habían dicho nada, como a casi ninguno de los que íbamos, otra jugarreta de ellos, y como es imposible dialogar ni discutir, no nos quedó otra que pagar, menos mal que las cantidades no son grandes. Las ruinas no se si valen mucho la pena, ya que la mayoría están muy maltrechas a causa de las bombas durante la guerra de Vietnam, pero aún se puede intuir parte de su estructura original. Son muy parecidas, por no decir iguales, a los templos en Indonesia, así que a nosotros no nos impresionó demasiado. Lo peor de todo fue el calor horrible que hacía, no hacíamos más que beber agua, que no llegaba ni al estómago, directamente iba a todos los poros de nuestra piel, empapándonos toda la ropa. Tras visitar las ruinas, nos tenían que llevar en bus al puerto para tomar el bote, pero si se descuidan nos llevan a al ciudad con el bus. Ya veis que lo que se dice "encantaos" de la excursión no estábamos, pero todo no puede ser siempre genial, ni precioso ni perfecto.

La "mejor"· burguer que
hemos comido nunca
¡¡Deliciosa!!
Llegamos al hotel, deseando darnos una ducha y refrescarnos en la piscina, y lo mismo hicimos con la ropa, que fue directa a la bañera, para darle una limpieza. Luego estábamos aún tan cansados que decidimos cenar en un bar al lado del hotel y resultó magnífico. Además que la chica que nos atendió era encantadora, los platos estaban buenísimos. Alberto pidió una hamburguesa que tenemos que decir que es una de las mejores que hemos comido nunca, dónde la carne estaba recién picada para hacerla, y además estaba sazonada con "algo" que le daba un sabor brutal, y yo pedí un plato típico: rollitos rellenos de queso que venían acompañados de un aliño de frutos secos, que estaba para chuparse los dedos. Después de esa exquisita cena, no nos quedó otra que pedirnos un mojito para finalizar la velada, y es que por menos de 2€ es algo que aún podemos permitirnos ;-)
Nuestro último día en Hoi An, era muy especial: "Nada menos que el 42 Cumpleaños de Alberto". decidimos tomarnos el día con calma, así que nada más desayunar nos tumbamos en las hamacas de la piscina para leer y tomar un baño de sol (que a Alber tanto le gusta). Después comida en el mismo restaurante que tanto nos había gustado la noche anterior: "Vina Ngon". De verdad es el mejor en el que hemos comido desde que llegamos a Vietnam y se puede probar sin miedo cualquier plato. Alberto volvió a pedir la hamburguesa que tantísimo le había gustado la noche anterior y yo me arriesgué con una especialidad de la casa que por cierto resultó exquisita. Tras reposar un poquito la comida, decidimos alquilar unas bicis para ir a ver la playa que estaba a unos 4 km. No os penséis que es cosa de coser y cantar, aquí la bici es el eslabón más débil, y debes estar atento a cualquier claxon que te está advirtiendo que te quites de su camino. Menos mal que aquí el tráfico era más tranquilo y pudimos disfrutar de un perfecto paseo entre campos y ríos hasta llegar a la playa.
Como ya hemos comentado antes, los vietnamitas en general, huyen del sol, así que encuentras playas desiertas por las mañanas (bueno sólo con turistas) pero la cosa cambia cuando empieza a ponerse el sol, dónde todos los vietnamitas, acuden en familia, en manada, a bañarse, cenar y pasar la tarde. Nosotros llegamos justo a tiempo para ver este cambio de personal, cuando los turistas empezaban a irse porque se iba el sol y empezaban a llegar todos los locales al mogollón, con esterillas de 4x4, para extenderlas en la arena. En un momento la playa estaba abarrotada. Pero ahí no acaba la cosa. Todos ellos se bañan vestidos, incluso en vaqueros, es impresionante. Aquí la venta de bikinis no tiene ningún futuro!!!
así no se quedan marcas
La idea era ver la puesta de sol, pero el día estaba nublado y no íbamos a ver nada, así que decidimos volver antes  para pasear por la ciudad, además no queríamos que se nos hiciera de noche.
El paseo fue genial, nos metimos incluso por las calles del mercado, con bici y todo, no veas para pasar, fue toda una odisea y para refrescarnos antes de volver tomamos por supuesto unas jarritas de cervezas de esas de 0,15 € a orillas del río. Regresamos para arreglarnos y prepararnos para celebrar el cumple de Alber, y por supuesto fuimos a cenar a nuestro local habitual, esta vez para degustar unos buenísimos platos vietnamitas. El menu: Fried Wontón (que nadie debería perderse); While rose; Spring roll shrimp; y el plato estrella "Grill pork" servido con papel de arroz para prepararse uno mismo los rollitos. Estaban impresionantes!!!! de hecho hasta grabamos un vídeo para luego poder acordarnos en España e intentar hacerlos para nuestros amigos. Nada más entrar al restaurante las chicas ya estaban cantando el cumpleaños feliz, pero lo que no sabía Alberto es que le tenían preparada una sorpresita: "Su tarta de Cumpleaños", que bonicas!!! La verdad es que nos han hecho pasar unos buenos ratos, disfrutando además de una comida excelente, así que de verdad si alguien tiene la oportunidad de ir, no lo lamentará.
Felicidades Alberto!!!!

Acabamos reventados de tanta comida y lo pasamos genial. Nos despedimos de las chicas, dándoles mil gracias por tratarnos tan bien y nos fuimos a descansar ya que al día siguiente nuestro bus salía prontito. Como siempre y antes de dormir....un pis y a esperar que sorpresas nos iba a deparar nuestro próximo bus...¡¡Qué miedo!!