Translator

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

26 de abril de 2012

Kuala Lumpur (Malasya), Impresionantes las Petronas.

Merdeka Square
CAMBIO RADICAL!!!!!! Menuda diferencia!! Hemos entrado de lleno en el mundo asiático, y las diferencias son abismales, sobretodo si comparamos con Japón. De no ver ni un papel por el suelo (y eso que había pocas papeleras) a no saber por dónde pisar en algunas calles. De demasiado frío, a un calor insoportable. De aseos brillantes e inmaculados, a otros dónde mejor no recordar que has tenido que mear. pero no todo iba a ser malo, la mejor parte de todas; de tener que pagar mas de 40€ por dormir, a sólo pagar 20, por no hablar de la comida; hemos pagado tan sólo 3€ por 2 menus del McDonals con sus patatitas y cocas, así que ahora la cosa ha cambiado bastante y podemos permitirnos algún pequeño caprichito.
Nuestro hostel
Las Petronas
Pero vamos al principio...
Llegamos a Kuala Lumpur tras 8h de vuelo y llegamos bien prontito (6:30am). De nuevo nos sorprendió gratamente que el bus que nos llevaba a la ciudad solo nos costaba 8RM p/p (2€). Reservamos el hostel en pleno centro de la ciudad, en el "Reagge Mansion" , uno de los mejores  hostel en el que hemos estado hasta ahora. La gente es mas que amable, siempre dispuestos a ayudar, con una sonrisa en la cara. elegimos una habitación compartida de 4 personas, aunque eso no importaba, ya que las camas tenían cortina y estabas como en una privada, además de ser grandes y muy cómodas. Además se disfrutaban de unas vistas nocturnas de la torre y de las petronas iluminadas muy chulas.
Para comérselo!!!
Después de estar recorriendo las calles de KL durante tres días, lo que más nos ha gustado con diferencia, son las Torres Petronas, que son impresionantes, tanto por fuera como por dentro. Tienen además en su base, un centro comercial enorme, dónde se codean todas las tiendas de primerísimas marcas...por supuesto hay un Zara!!!! y dónde se respira un ambiente diferente al de las calles, supongo que será por el carísimo perfume de todas las mujeres que pasean sus mejores galas.
Entrada Batu Caves

Un lugar que tampoco hay que perderse son Las Batu Caves, un templo hindú a las afueras de la ciudad, que es BRUTAL. Tomamos un bus local (11) que por sólo 2,50RM nos dejó en las mismas puertas, y ya te quedas impresionado con una estatua de mas de 50m, dorada, que te da la bienvenida al templo. A continuación unos 250 escalones,se alzan para dar paso a la entrada a la cueva, todo esto acompañado de unos simpáticos monos, que están a la espera de recibir algo de comida de los turistas. La entrada a la cueva es espectacular, con pequeños altares dónde rezar y dar sus ofrendas. Es aquí dónde durante los meses de enero y febrero peregrinan mas de un millon de hindúes. Qué lástima no haberlo visto. 
Otra zona que tiene un encanto especial es Merdeka Square, un lugar dónde se levanta la bandera de Malasya y dónde está un de los edificios más bonitos de la ciudad: El Palacio del Sultán Abdul Samad. 
Pero Alberto, con lo que realmente disfrutó es del paseo por las caóticas calles de Chinatown, con los miles de puestos, tan pegados unos de otros que casi no se podía ni circular, dónde podías comprar desde unas nike por 20€ a mi super bolso diesel por menos de 4€, ¡nos encanta!.

Entrada a Chinatown

Cerca del hostel estaba también el Mercado Central, con un montón de tiendas de souvenirs y artesanía, con restaurants con comida típica y lo mejor con un puesto dónde por sólo 5RM, unos hambrientos pececillos te cosquillean los pies durante 10 minutos ¡Genial! A pesar de que al principio la sensación de las cosquillas no te deja tener quieto el pie, luego te da un gustillo que mola mucho. Recomendable!!!!
Brutal

Nuestro último día lo dedicamos a recorrer la zona dónde se encuentra la mezquita nacional, el centro islámico, los jardines botánicos, hasta llegar al monumento nacional, dónde ya el calor era tal que necesitamos rehidratación urgente para evitar caer desplomados, nos sudaban partes que no sabíamos que podían sudar. Regresamos al hostel para acabar nuestra jornada con una sesión de cine con palomitas y cola en una sala para nosotros solos, dónde elegimos hasta la película. Un buen final de jornada.

Nuestro cine

Así que para empezar nuestra etapa asiática, no ha estado nada mal. 
Ahora sólo nos queda esperar a tomar nuestro tren, nocturno para variar, que nos llevará a nuestro siguiente destino: Singapur!!! pero ya sabéis antes de nada, un p.......

24 de abril de 2012

Kyoto y Nara. Impresionantes templos

Pabellón Dorado
Después de unos días en Tokyo, decidimos ir a conocer otra de las ciudades más conocidas de Japón: Kyoto. Fuimos en un bus nocturno (otra vez ahorrándonos el alojamiento), que tardaba unas 7 horas en llegar, así que antes de las 7am nos plantábamos en la puerta del hostel, el problema es que el check-in no era hasta las 15h, así que aunque cansadísimos, nos fuimos a conocer ya la ciudad. Antes de nada tengo que decir que el hostel ha sido perfecto, ya que está muy bien situado y las habitaciones y todo en general estaba limpísimo, volvería aquí sin dudarlo, se llama Guest House Kyoto y está a solo 8 minutos andando de la estación.
Una casa en Arashiyama
A diferencia de Tokyo, que usábamos el metro, aquí sin duda el transporte estrella es el bus. Nosotros sacamos un pase diario, que costaba 500Y (5€). Vale la pena porque las distancias son enormes y las zonas de los mejores templos están hacia las afueras. Nuestra primer destino: Kinkakuji. En esa zona puedes encontrar varios templos importantes. Normalmente hay que pagar una entrada que varía entre 400-800Y, según el templo, así que nosotros decidimos entrar al Pabellón Dorado (400Y), un templo impresionante, en medio del bosque, cuyo edificio principal es una pagoda dorada dentro de un lago, no estaba mal para empezar. Como a todos los templos no podíamos entrar, el resto los vimos desde afuera.
Nuestra segunda parada fue el área de Arashiyama, bastante más grande. Aquí hay también 3 o 4 templos importantes y grandiosos, pero lo mejor de esta zona es que puedes caminar por todos los alrededores sin necesidad de pagar entrada. Todas las casitas son de estilo japones y los jardines son chulísimos, además puedes caminar por dentro de un bosque de bamboo inmenso. Además en la calle principal, hay un ambiente bastante animado, con puestos de comida y de recuerdos. 
Templo en Gion
Por la tarde, después de una horita de relajación y una buena ducha, seguimos nuestra ruta, para aprovechar al máximo el pase del bus. Nos fuimos a Gion, uno de los barrios más conocidos, ya que es dónde puedes encontrar a las famosas y esquivas Geishas: No os creáis que es tan fácil verlas. Cuando encuentras  alguna  que va sola, va corriendo como si la persiguiera el diablo. Nosotros tuvimos la suerte de verla salir de una "casa de te" , acompañada de varias personas, así que la pobre no pudo escapar del paparazzi Alberto, el terror de las geishas y las novias. Hasta que no le sacó una buena foto, no paró el tio.
Animando al personal
En Gion hay sobretodo dos zonas dónde es más fácil verlas: las callecitas por dónde está el teatro, que están llenas de "restaurantes o salones de te", dónde entretienen a los huéspedes, y Shimbashi st, otra calle preciosa por dónde cruza el río, donde en las terrazas de los restaurantes del primer piso, puedes ver a alguna geisha entreteniendo a una serie de caballeros en kimono. La verdad es que cuando ves una cerca, te quedas maravillado con la ropa, pero casi aún más con los detalles del maquillaje y los peinados: geniales!!
Contentos con nuestra caza, y agotados después de un día larguísimo nos fuimos por fin a descansar, al menos yo, ya que Alberto aún se apuntó con los compañeros de cuarto, a hacerse unos chupitos de sake. Un final perfecto para un día perfecto.

Todaiji
Símbolo de Nara
Nara








Al día siguiente, tomamos un tren hacia Nara (1200Y i/v/p/p). Nada más llegar ya nos sorprendimos con algo que no conocíamos, y es que esta ciudad está repleta de ciervos salvajes que acampan a su aire por cada zona verde, eso sí, estaban un poco hechos polvo. Lo impresionante de Nara, es que puedes visitar toda la ciudad paseando, al menos lo más importante. El recorrido empieza nada más salir de la estación y tienes los 4 o 5 templos más importantes a un tiro de piedra. Sorprende que estos templos son mucho mas grandes e impresionantes si cabe que los de Tokyo. Además están como metidos dentro de la naturaleza, lo que les da mas encanto todavía. Uno de los más impresionantes, sobretodo por su tamaño, es el templo Todaiji, que además es el edificio de madera más grande de todo el mundo, así que ya podéis imaginar que pasada es verlo. Dentro tiene un budha bastante grande, que nosotros no vimos ya que ya hemos visto muchos. Pero sin dudarlo, lo que más nos gustó de todo fue Nigatsu-do, que además de no tener que pagar, tiene una magia que no puedo explicar. El lugar te da como energía y muy buen rollo, además es precioso. Además de los templos, también vale la pena pasear por toda las callecitas de la estación, que tienen muchos puestecitos de recuerdos y comida japonesas.
Nigatsu-do
En los dos siguientes días de Kyoto, nos dedicamos a recorrer las zonas que nos faltaban, viendo templo tras templo. Una zona que es bastante bonita para pasear, sobretodo en primavera, es el "paseo de la filosofía", en el area de Ginjuku. Es un paseo que va bordeando el viejo canal y que está lleno de cerezos (ahora aún en flor, aunque perdiendo ya sus flores).



Para despedirnos de Kyoto, repetimos toda la zona de Gion, que es increíble para perderte entre sus callejuelas. Como no, seguimos a la caza de la geisha, y tuvimos la suerte, de al terminar la función del teatro, encontrarnos justo en un callejón (puerta trasera), por donde todas ellas salen para evitar a la multitud, así que pudimos disfrutar de un pequeño desfile de geishas. Ya os podréis imaginar que al paparazzi Alberto no se le escapó ni una.
Maikos
De vuelta a Tokyo, nos quedaba poco que ver y además la lluvia nos acompañó los dos días, así que aprovechamos para reposar un poco y recuperar fuerzas para nuestro próximo destino.
Varias curiosidades de Japón: 
Para sacar dinero del cajero con tarjeta extranjera, tienes que hacerlo en los cajeros de las oficinas de correo, que las encuentras por todas partes. Es importante llevar cash encima, ya que en la mayoría de lugares no puedes pagar con tarjeta, y en los pocos que puedes no suelen funcionar (al menos nuestras tarjetas).
Otra cosilla, es que en Tokyo, se producen una media de 26 terremotos al día, y ahora que ya no estamos allí y nuestras familias ya no tienen que preocuparse, nosotros tuvimos nuestra primera experiencia en este campo, y es que en nuestro segundo día en Tokyo, se produjo un pequeño temblor que notamos perfectamente. Yo al principio pensaba que sería otra cosa, pero no!!! fue un temblor de 4,4 que hizo que el edificio se tambaleara, menudo acojono al principio, pero luego realmente es algo tan cotidiano y ves que ellos no se preocupan, que al final tu tampoco lo haces, pero tengo que confesar que esa noche dormí algo menos tranquila.
Bueno, simplemente, Japón nos ha encantado, su cultura, sus costumbres, el respeto hacia todo, su gastronomía (no hay que dejar de probar el tacoyaki), en fin todo, es un lugar al que nos encantaría volver algún día. 
Ahora ya hacia el aeropuerto para dirigirnos a nuestro próximo destino: Kuala Lumpur, nos sin antes como siempre un pis....y a volarrrrrrrrrr

17 de abril de 2012

日本へようこそ!! Tokyo; Una ciudad Impresionante


Después de un viaje muyyy largo, con escala eterna en Kuala Lumpur, llegamos por fin al aeropuerto de Haneda, dónde empezada nuestra aventura nipona, y nunca mejor dicho lo de aventura, porque enseguida nos dimos cuenta que aquí el inglés como que no se habla mucho, por lo que entendernos iba a ser algo complicado.

Cogimos un bus que nos habían recomendado: limusine bus (1200Yp/p) unos 12€ ; que nos dejaba en la estación central de Shinyuku, centro de Tokyo, dónde estaba nuestro hostel. Como eran ya mas de las 12 pm y queríamos llegar, nos aventuramos a tomar el metro que tenía parada justo en el Ace Inn (nuestro hostel, 2000Yp/p/noche). La verdad es que el metro es muy sencillo y con el mapa de líneas no hay ninguna perdida, ya que aparte de los nombres, las paradas y líneas están designadas con números y letras de distintos colores, así que nosotros teníamos que llegar a Akebonobashi, línea S03 verde. ¡CHUPAO!.  Reventados del viaje, fuimos directos a dormir y esperar impacientes la llegada del día siguiente para empezar a conocer la ciudad.
Templo Sensoji
Calle Nakamise
Nos levantamos bien prontito, no solo porque queríamos empezar nuestra visita, sino porque aquí amanece mas bien pronto (5:30am) y la luz que entra por las ventanas te despierta enseguida. Así que a antes de las 8 ya estábamos en marcha. Hay que decir que a esa hora la actividad de las calles es frenética, todos dirigiéndose hacia sus trabajos , es como una marea negra que se mueve al unísono, y es que aquí el uniforme oficial de trabajo, sea el que sea, es: traje negro y corbata para ellos y traje con falda mayormente o pantalón para ellas también. Es bueno no tener que estar pensando..¿qué me pongo hoy para ir a trabajar? que para mí al menos siempre es un dilema.
Nuestra primera zona a visitar, el barrio de Asakusa, famoso por sus templos. Nos dirigimos directamente al templo mas importante: Templo Sensoji. Fuimos bordeando el río por un parque dónde pudimos ver los cerezos en flor, ya que justo al principio de la primavera y sólo por unos 15-20 días, estos árboles están en plena flor, dando un aspecto precioso a toda la ciudad. Llegamos a una de las puertas del templo Sensoji, el más  antiguo de Tokyo, y nos quedamos asombrados de la grandeza y solemnidad del templo. Es increíble ver a los japos como ofrecen sus respectos, cada paso es una ceremonia, son personas super respetuosas a todos los niveles, sobretodo en sus costumbres. Alberto, que le encanta toda esta cultura estaba como drogado mirando y haciendo fotos por todos lados. Desde el templo, se abre la calle Nakamise, famosa porque está repleta de puestecitos con todas estas mariconaditas que a los japoneses les gustan tanto: colgantes para los moviles, muñecos de los dibujos japoneses, palillos para el sushi, vamos mil cositas. Lo mejor del paseo es la lluvia de pétalos rosas y blancos de los cerezos que empiezan a perder la flor, precioso.
Celebrando Hanami
De aquí nos dirigimos caminando hacia otro barrio de Japón: Ueno. Por el camino, pasamos por la calle kappabashi, donde todas las tiendas son de utensilios para la cocina. imaginaros a Alberto ahí, quería llevárselo todo para España, menos mal que aún no volvemos, sino me veo cargada.
Llegamos al parque Ueno Onshu, un parque inmenso, dónde se encuentran la mayoría de museos, el zoo, y además hay un paseo, dónde los cerezos están a ambos lados y es allí dónde en estos días celebran "el Hanami", cerezo en flor; dónde todo el mundo se junta con familia o amigos bajo los cerezos a comer y charrar. Incluso las empresas, les dan tardes libres para que sus trabajadores puedan disfrutar con sus familias, es impresionante. También dentro del parque se encuentra el Santuario Toshogu, famoso por tener la linterna de jardín de piedra mas grande de Japón.
Calle eléctrica
De vuelta hacia el hostel y antes de coger el metro, pasamos por la calle eléctrica del Barrio Akihabarra. Es una calle llena de tiendas de electrónica, juegos, música,...,con el añadido de las miles de luces que por la noche hacen que la calle parezca una feria. Bueno, se me olvidaba. Entre barrio y barrio, como no, hicimos nuestra primera parada para probar el deseado SUSHI, y la verdad es que estaba buenísimo. Entramos en un local pequeñito, dónde ni te sientas y tienes tu servicio enfrente, con la soja, te verde si quieres, y un pañuelito húmedo para limpiarte. Eliges lo que quieres y el cocinero te lo prepara directamente: fresco, fresco!!! No está mal para empezar.
Nuestro primer Sushi
Así terminó nuestro primer día, agotados después de la caminata, pero impresionados de la grandeza de Tokyo.
Pescadito fresco
En nuestro segundo día, no tuvimos tanta suerte, ya que estuvo lloviendo todo el día, así que cambiamos un poco los planes y fuimos a visitar el "Mercado del Pescado", supuestamente el mas grande y con mas movimiento de pescado del mundo, pero para verlo tienes que llegar sobre las 5am para ver la venta de pescado y no fue nuestro caso. Lo bueno es que en las calles de alrededor están llenas de puestecitos de ventas de pescado fresco y lo mejor puestos de comida dónde te preparan todo fresco del día. Es mejor ir un día sin lluvia, ya que con el ajetreo de paraguas es muy difícil moverse por las callejuelas tan estrechas. Después directamente a otro sitio cubierto que Alberto tenía muchas ganas de ver; el edificio Sony. Es un edificio de 4 pisos con las últimas novedades de la marca, pero esperábamos mucho más por lo que habíamos leído.
Shinjuku de noche
Como seguía lloviendo, descansamos un poco en el hostel y después dimos un paseo nocturno por las calles del centro. Al ser sábado por la noche, había un ambiente increíble, pero además las calles principales están iluminadas con miles de carteles publicitarios, tipo New York, que hace que aún sea mas chulo. Callejeando, llegamos a una zona (barrio rojo),dónde hay miles de clubs de estriptis japonés, y te intentan convencer para entrar. La verdad, es que lo más curioso del paseo, sin duda es observar a la gente, con miles de estilos diferentes, pero hasta la mas "garrula", lo lleva con tanta gracia, que queda genial. Sobretodo las chicas, a las que les encantan las puntillas, las gasas, las capas superpuestas, es impresionante!!

El tercer día, volvió a acompañarnos el sol, así que teníamos que aprovechar a tope. Nos fuimos bien pronto, caminando hacia la zona de Shunjuku de nuevo, para ver la zona de los rascacieos, dónde se
vistas desde el observatorio
encuentra el edificio del govierno. Un edificio con dos torres con un observatorio cada una, dónde se ve toda la ciudad, y lo mejor de todo es que es totalmente gratuito.Seguimos paseando por la parte moderna, hasta llegar a Yoyogi, otro barrio, en el que hay otro inmenso parque, que como no, tiene un templo precioso. Esta vez tuvimos la gran suerte, de nada mas atravesar la entrada, ver una celebración de boda, con los novios vestido de manera tradicional. Estaban guapísimos, sobretodo la novia, que llevaba un kimono blanco impresionante. Dentro del parque hay una zona, donde hay varios edificios de entrenamientos de artes marciales y otras artes, y volvimos a tener mucha suerte, ya que estaban haciendo una competición de Tiro al arco. Es curioso como para todas las cosas tienen un protocolo o ceremonia, tanto en los movimientos como en la vestimenta para cada arte. Nos encantó!!!






Continuamos hacia Takeshita Street, una calle genial, como de dibujos animados, dónde sobretodo las chicas van vestidas como sus ídolos de los dibujos, es graciosísimo y hay un ambiente increíble y casi no puedes ni caminar. Continuamos, y caminando, caminando, llegamos al cruce mas famoso de Tokyo, un cruce de tres calles y 5 pasos de peatones donde se rodó la escena de Fast & Furios. Es brutal la marabunta de personas que lo cruzan al ponerse los semáforos en verde. 
Volvimos a recargar un poco las pilas al hostel y salimos de nuevo para ver la ciudad de noche, con todas las luces. Decidimos ir hasta casi la otra punta de la ciudad, dónde hay una noria gigante, tipo London's Eye, pero no acababa ahí la cosa de las similitudes, ya que paseando a orillas del río, se veía a lo lejos la Torre Eiffel,  (Torre de Tokyo) pero aún nos sorprendimos mas cuando de repente, se apareció ante nosotros la mismísima Estatua de la Libertad!!!!!! estos japoneses son tremendos. Eso sí las vistas de toda la ciudad iluminada eran preciosas.

Después de una dura jornada nos merecimos una cena fuera de lo normal, con cerveza y todo, jajaja!! 
Nuestro siguiente día lo dedicamos al Palacio Imperial y sus jardines, aunque tuvimos la mala suerte de llegar y estar cerrados, ya que los lunes y viernes no abren a visitantes (cosa que no ponía ni en la lonely planet), así que decidimos atravesar otro gran tramo de ciudad caminando hasta la Torre de Tokyo, una copia de la Torre Eiffel pero para nosotros mas fea que la original, no tiene ni la mitad de magia que la de París. Se puede subir también y ver toda la ciudad, aunque no lo hicimos porque ya subimos al observatorio. A lo tonto, llevábamos casi 20 km caminados, así que nos fuimos agotados a descansar y recuperar fuerzas.
Palacio Imperial
Decidimos volver al día siguiente a ver los jardines de Palacio Imperial, pero nos los imaginábamos más grandes y bonitos,dado la inmensidad de terreno del Palacio, y es que es increíblemente grande. Por fuera, todo el palacio está rodeado de un muro altísimo y después rodeado de un foso con agua, vamos como para poder entrar de estrangis. Es más bonito caminar por fuera, viendo las torres y fosos, y sobretodo pararse en la puerta principal para ver el puente de dos arcos y hacer unas bonitas fotografías. 
Por último, solo nos quedaba ver Ryogoku, el barrio del Sumo, dónde está el estadio y el museo del Sumo, enseguida notas que estás allí, ya que todas las tiendas venden souvenirs, todos relacionados con el sumo. No tuvimos la suerte de ver ningún grandullón merodeando por la zona y en esos días no había competiciones de sumo, otra vez será....
Ahora nos vamos a nuestro siguiente destino, del que todos nos han hablado maravillas, pero eso será más adelante, ahora como siempre, un pis y a tomar nuestro bus..........

12 de abril de 2012

"Great Ocean Road". Últimos días en Australia

Los 12 Apóstoles
Tras darle el último adiós a Sydney, nos subimos a nuestro bus hacia Melbourne. Tenemos que decir que podrían aprender un poquito de nuestros amigos argentinos y tener unos autobuses decentes, sobretodo si tienes que viajar de noche, 12 horas y el asiento no se reclina ni 15º, por no hablar del reducido espacio.
Llegamos por la mañana a Melbourne, muertos del viaje, y dedicamos el día a dar un pequeño paseo y sobretodo a gestionar nuestro último tour: The Great Ocean Road. En un principio, queríamos hacerla por nuestra cuenta, pero los alquileres de coche para uno o dos días salían más caros que tomar un tour, así que muy a nuestro pesar lo hicimos organizado. Los precio variaban entre 90 y 130 $. Nosotros nos decidimos por lo baratito, 95$p/p. El tour empezaba a las 8 de la mañana y para nuestra sorpresa, éramos 20 personas en el bus (nos imaginábamos muchos más), la cosa no empezaba mal. La Great Ocean Road, es la carretera costera que va desde Torquay hasta Port Fairy, unos 250 kms de playas, vistas increíbles y formaciones rocosas impresionantes. Nuestra primera parada: Bells Beach, una de las playas más famosas, dónde se rodó alguna escena de "le llaman Bodhi". Primer inconveniente del tour, la vimos sólo de pasada, ni siquiera bajamos.
Welcome to the Great Ocean Road
Siiii!!! Por fin Koalas
Paramos a continuación a tomar un cafecito con pastas en una zona bastante bonita, con un faro de fondo, dónde a penas habían turistas, así que se estaba genial. Después de la parada oficial para hacerse la típica foto debajo del cartel que anuncia el principio de la ruta, seguimos camino hasta nuestro siguiente destino, uno de los faros mas emblemáticos de Australia, dónde teníamos nuestra estupenda barbacoa, que consistía en dos salchichas, lechuga y ensalada de patata, Umm!!!. Pero lo mejor sin duda, venía a continuación, un camino por  el rainforest, dónde nos cansamos de ver, POR FIN!!! los ansiados Koalas, SIIII por fin los estábamos viendo en cantidades importantes, y es que los había por dónde miraras, incluso desde el bus en marcha, veías cantidad de ellos, fue increíble. Alguno lo tuvimos tan cerca, que si hubiera sido más alta, lo podía haber tocado. Ahora ya podíamos irnos a casa!!!!!!!!. Contentos, al menos nosotros, seguimos hasta otro de los principales atractivos del tour: Los 12 Apóstoles, unas formaciones rocosas enormes, dentro del mar que las olas y el viento han ido erosionando a lo largo de los miles de años, dándoles un aspecto impresionante. La verdad es que te quedas mirándolas y no te cansas de hacerles fotos desde todos los ángulos posibles.

Mas Pedrulos

Lo que nos encontramos
bajando a la playa
Aquí es otro sitio que no pudimos disfrutar del todo porque no te podías entretener demasiado si queríamos verlo todo. Además de estas formaciones, vimos también "Loch Ard Gorge" unos acantilados que se abren al mar y que son casi más impresionantes que los 12 Apóstoles. Para finalizar nuestra excursión, bajamos los 82 escalones "Gibson steps" que nos separaba de la playa para observar desde abajo los enormes pedrulos.
La verdad, es que aunque es una excursión un poco pesada, por la cantidad de kilómetros que hay que recorrer, creo que es una de las cosas que nos hay que perderse de Australia, aunque es mejor hacerlo por tu cuenta, para poder disfrutar con más tranquilidad de todas las playas y paisajes que van apareciendo a lo largo de toda la costa.
Muertos tras 12 horas de mucha intensidad, nos disponíamos a pasar nuestra última noche en Australia, con pena, pero con muchas ganas de descubrir nuevos lugares y continuar esta gran aventura, esta vez hacia tierras niponas, dónde por fin vamos a conocer otro de los sitios más ansiados de nuestro viaje, pero eso ya os lo contaremos en otro momento. Ahora ya sabéis lo que toca: un pis y a volarrrrrrrrr hacia nuevas tierras.

8 de abril de 2012

Adiós Sydney!! Esperamos volver pronto!!!

Vistas del puente desde el ferry a Balmain

La verdad es que después de una semana muy movidita, hemos tenido una semana algo más tranquila, en la que hemos disfrutado de cada rincón de Sydney. Para empezar hemos visitado los barrios que no habíamos visto la semana anterior. El primero Newtown, un barrio algo bohemio, pero muy curioso con tiendas y barecitos por toda la calle principal, algunas de ellas parecen sacadas de épocas anteriores. Otro barrio, al  que fuimos en ferry, Balmain, es demasiado tranquilo para nuestro gusto, pero tiene unas casas impresionantes. Otro barrio, el más famoso, Kings Cross, supuestamente el barrio de prostitutas y yonkis. Nosotros que fuimos de día, no vimos nada raro, de hecho hay una zona con casas increíbles, bares y tiendas de diseño que nos encantaron.
Darling harbour by Night
Pero lo más nos ha gustado de esta semana, han sido nuestros paseos nocturnos a la zona de Darling Harbour, dónde da igual el día y la hora, siempre hay un ambiente impresionante, y  las vistas nocturnas de la ciudad son preciosas, nos tienen enamorados. Otra cosa que nos encanta de Sydney es como viste la gente, sobretodo las mujeres. Hemos visto más carne (llevan mini vestidos) y más tacones de vértigo, que en ninguna otra ciudad, y lo digo yo, que de tacones entiendo, nada de taconcitos, mínimo 13 cm, impresionantes, sobretodo las asiáticas que al ser bajitas, necesitan un poquito de ayuda. Así que imaginaros la envidia que tengo, yo aquí con mis deportivas, que serán muy cómodas, pero glamour tienen más bien poco. Esta es una de las causas por las que no nos gusta salir por la noche a ningún pub, porque parecemos los patitos feos, aunque por otra parte se agradece, ya que sino, nuestro presupuesto seguro que habría caído de forma importante, y eso que Alberto todos los días se hubiera bebido alguna cervecita, pero ahí estaba yo para decir que no, y es que cuesta una cañita 7 $, así que me estoy volviendo un ogro malo, siempre con el NO en la boca..... pero alguien tiene que mantener la compostura. Pero me estoy volviendo insoportable!!! no me aguanto ni yo!!!!, necesito irme a algún sitio más barato, dónde no tengamos que mirar con lupa cada cosa que tomamos, queremos  llegar a Asia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! aunque para eso aún nos queda un rato, ya que nos quedan 12 días duros en Japón, jajaja, pero eso ya os lo contaremos.
Estos últimos días en Sydney, hemos coincidido con la Semana Santa, aunque aquí realmente, no se celebra nada, simplemente son dos días de vacaciones. Lo bueno es que ha coincidido con el Hoopla Festival, una especie de circo del sol (mas cutre), con varios escenarios a lo largo del puerto, dónde hemos disfrutado GRATIS de espectáculos de malabares, acróbatas y performances de todo tipo, muy interesante. Estábamos tan a gusto disfrutando del ambiente y de los días de solazo que salieron, que mis fuerzas al final flaquearon y el viernes santo no pude decir que no a unas cervecitas, lo malo es que a esas, siguió una espectacular comida en una churrasquería brasileña, dónde la carne estaba brutal, por supuesto acompañada de más cerveza y espumoso para acabar, así que todo el ahorro que habíamos hecho durante toda la semana, se esfumó en una tarde, pero valió la pena!!!, además tuvimos la escusa de que era nuestro aniversario de boda, jajajaja. Que pena no disponer de un fajo de billetes para poder disfrutar a tope esta ciudad tan increíble.
Despedida de Sydney
Fijaros si son gente increíble, que sabiendo que era nuestra última noche en Sydney, y que echábamos de menos la pólvora (ser valenciano es lo que tiene), para despedirnos, nos dedicaron unos fuegos artificiales musicales que casi nos hacen saltar las lágrimas. Muchísimas Gracias por habernos tratado tan bien!!!!!
Ahora sólo queda el largo trayecto hasta Melbourne, dónde vamos a pasar nuestros 3 últimos días de Australia, y dónde hemos dejado una de las cosas que siempre hemos querido ver: La "Great Ocean Road", pero eso es otra historia que ya os contaremos. Ahora ya sabéis... un pis y al bus.............

1 de abril de 2012

Sydney!!! Impresionante ciudad

Welcome to Sydney
Finalmente llegamos a Sydney, una ciudad impresionante que nos ha enamorado desde el primer momento. Pero aquí si que voy a detallar paso por paso todo lo que nos ha pasado, ya que ha sido una semana de plena actividad y con gratas sorpresas.
Nada más llegar a la estación central, nos compramos un My multy pass (43$/pp), ya que las chicas que nos habían aceptado en su casa, vivían a las afueras (8 min. en tren). La verdad es que después de todo este tiempo, y muchas solicitudes de sofá para Sydney, tuvimos una respuesta positiva. Nuestro nuevo hogar para los siguientes 5 días estaba en Stanmore, con tres "niñas" de 20 añitos, que nos abrieron las puertas de su casa (literalmente, ya que nunca se cierra): Kate; Caitlin & Candice. Es impresionante la confianza de la gente, que sin conocerte, te da las llaves de su casa y comparte todo lo que tiene. Gracias chicas por todo!!!!!
Sydney de noche
Preparamos unas tortillitas de patata, para que las chicas probaran algo español, y suponemos que les encantó, porque no duraron ni 2 minutos en la mesa. Después de contar nuestro viaje, experiencias, y de un ratillo de charla, volvimos a la ciudad, para disfrutar de un primer contacto. Fuimos directamente a la Ópera. Es genial, la sensación de estar mirando algo que pensabas que sólo ibas a disfrutar en fotografías es alucinante. Pero lo mejor aún estaba por venir, ya que teníamos una cita a la que teníamos muchísimas ganas de acudir. Habíamos quedado con Bea y Jordi, una pareja de españoles que están haciendo también una vuelta al mundo aún más larga que nosotros (ya llevan 14 meses), y que cuando nos enteramos que estaban en Australia al mismo tiempo que nosotros, no dudamos en mandarles un mail para vernos en persona. Es genial encontrarte por el camino con gente de casa, que te comprende y que disfruta con las mismas cosas que tu. El encuentro fue perfecto y además como ya llevaban unos días en Sydney, hicieron de perfectos anfitriones y nos llevaron a dar un paseo en el que disfrutamos de unas vistas nocturnas impresionantes, pero lo mejor de todo, sin duda fue que no paramos de hablar y de contarnos cosas de nuestros viajes. Se nos hizo tan corto, que no dudamos ni un momento en quedar con ellos para al día siguiente, ir juntos a las Blue Mountains.
BlueMountains
Esperando tren con Bea y Jordi
Nos encontramos al día siguiente prontito y tomamos el tren (11$ i/v/p/p) que tras 2,5h nos dejó en Katoomba, dónde empezamos nuestra excursión. Caminamos durante todo el día por Jamison Valley, disfrutamos de las Three Sisters y de unos
paisajes increíbles, con pequeñas cataratas por todas partes y todo ello con la mejor compañía, que hizo que el día fuera perfecto, eso si llegamos muertos. La verdad es que nos encantó la excursión, y aunque no nos habían hablado muy bien de las Blue Mountains, creo que es algo que no hay que perderse.
!De Barbacoa!!!
Como Bea y Jordi se iban ya al día siguiente, volvimos a pasar el día con ellos, pero esta vez, como la ocasión lo merecía, decidimos darnos un homenaje y compramos carne para hacer una barbacoa, que nos supo a gloria. Las barbacoas estaban en un parque a orillas del río, así que las vistas no podían ser mejores. No os imagináis como se disfrutan aquí estos momentos!!!! aunque nuestras caritas lo dicen todo.
Las palomas de Sydney
Para poder bajar toda la comida seguimos paseando por la ciudad y "nuestros guías" nos llevaron hacia Botanic Gardens, unos jardines que como no, a mi me encantaron, no sólo por lo verde, sino por los animales que allí habitaban. Nada más entrar, nos encontramos un grupo de cacatúas, con las que enseguida Bea y yo fuimos a hacernos un reportaje fotográfico, y después nos adentramos en un paseo, cuyos árboles estaban plagados de ¡¡¡ enormes murciélagos !!!, Me encantaron!!!!!!!!!! Mejor esto que un montón de palomas ¿no?
El paseo terminó en el punto, dónde según nos dijeron Bea y Jordi, todos los japos se hacen sus fotos, y al llegar entendimos porqué, hay unas vistas geniales de la ópera , vista desde enfrente. Perdonad por la cantidad de fotos de la Opera, pero es que no te cansas de hacerle fotos desde todas partes.

Finalmente, todos los buenos momentos se acaban, y nuestros amigos tenían que seguir su camino, así que con mucha tristeza, tuvimos que despedirnos de ellos, con la esperanza de volver a encontrarnos en algún lugar de Asia y con la seguridad de volver a vernos en España y seguir disfrutando de su compañía. La verdad, es que es una pareja que transmite muy buen rollo y con los que conectas enseguida, vamos que nos han calao hondo. De verdad, nos veremos pronto, frente a ese pastel de queso y esos curasanes rellenos de chocolate!!!!!!!UMMMMMMMMMMMMMMM. Un besazo.
Con Caitlin
desayunando
en la Uni 
El miércoles, ya solitos, nos fuimos con Caitlin, una de las chicas, a su universidad, para disfrutar de un tremendo desayuno. Como lo oís. Los miércoles, la universidad ofrece gratis un desayuno, con cereales, café o te, tostadas con mermelada y zumito, y puedes repetir las veces que quieras!!!! Es increíble!! Así que regresamos a nuestra época estudiantil y nos pusimos morados, aquí hay que aprovechar cada cosa que te sale gratis!!!!!!! Después, ya con el estómago lleno, a disfrutar del City Market, un mercado en Chinatown, de esos en los que puedes encontrar de todo, aunque nada de interés para nosotros. Al salir, como había empezado a llover, decidimos coger un ferry hacia Manly aprovechando nuestro multypass. Manly es una de las playas más conocidas aquí junto a Bondi Beach. La verdad es que el pueblecito es el típico de playa, lleno de cafés y tiendas para el turista. Nosotros sólo pudimos dar un paseo rápido debido a la lluvia, pero en un día de sol, vale la pena ir y disfrutar de la playa. Regresamos a casa, algo mojados por la lluvia, y las chicas que tenían ganas de marcha, nos sorprendieron con unos mojitos, que preparó el couch francés que también estaba en la casa. Esa es la ventaja de tener 20 años y toda la vitalidad del mundo, eso sí, nosotros dimos la talla, jajajaja.
Vigilantes de Bondi
Al día siguiente, la lluvia se esfumó por completo, así que decidimos primero visitar "Fish Market", un mercado dónde puedes encontrar el mejor pescado fresco y además nada caro. Te abrían y limpiaban las ostras justo en el momento para comértelas (como hubieras disfrutado mama). Menos mal que acabábamos de desayunar y no teníamos hambre. Desde allí directos a Bondi Beach, la playa de los surferos por excelencia en Australia. Tomamos un bus que te deja justo en la playa, y nada más bajar, nos llevamos una grata sorpresa, ya que nos pareció una playa más bonita de lo que nos habían dicho. Tuvimos la suerte de que al no ser pleno verano, no estaba a reventar, así que se estaba genial. Eso si lleno de surferos, pero como el agua estaba mas bien "congelada" y no teníamos intención de bañarnos mucho, al menos disfrutamos del espectáculo de los "cuerpazos" haciendo surf o paseándose con la tabla.  Soy Alber: ¿¿¿Disfrutamos???, mas bien Susana disfrutó.
El viernes tocaba despedirse de las chicas, ya que llegaban 4 couchs más a su casa  y no queríamos abusar. Nuestro nuevo hogar, un hostel en pleno Chinatown, en pleno ambiente. Conseguimos un precio más que razonable para una semana (145$p/p), con desayuno y wifi, pero lo mejor es que estábamos en una habitación de 5 nosotros solitos, con cama de matrimonio, Genial!!! Estar en pleno centro te permite disfrutar más aún de la ciudad, sobretodo durante las noches. Pero vamos por partes. Tras instalarnos, fuimos a visitar un barrio algo más alejado: Balmain. Tomamos el ferry y dimos un pequeño paseo. No tiene mucho que ver y además es super tranquilo. Por la tarde, decidimos ir a la zona financiera.

De cervezas en la Happy hour
El ambiente era increíble, ya que al terminar su jornada laboral, todo el mundo se toma unas cervecitas antes de irse a casa. Nos unimos a la fiesta y aprovechamos que era hora la hora feliz para pedirnos de golpe tres cervezotas. Así conocimos a Jennifer, una mujer encantadora, que en cuanto nos vió buscando un sitio dónde sentarnos, se ofreció a compartir su mesa. Enseguida nos empezó a preguntar que hacíamos por estas tierras y tras contarle nuestra aventura, nos ofreció incluso su casa, la pena fue que ya teníamos pagada la semana. La verdad es que los australianos son increíble. Contentos con nuestras cervezas, tocaba ver el mercado nocturno de Chinatown. Como no, estaba lleno de puestos de comida y puestecitos de cosas hiper coloridas. Seguimos el paseo  hacia Darling Harbour, una zona a orillas del río que está llena de bares y restaurantes, dónde los fines de semana hay un ambiente brutal. Pero para nosotros lo mejor sin duda son las vistas de toda la ciudad iluminada que desde allí son preciosas.
The Rocks Market
El sábado y domingo tocaba ver el resto de mercados que se pueden disfrutar en distintos sitios. El sábado, en Glebe hay un mercado de cosas de segunda mano que resulta curioso. Pero para nosotros, el mejor mercado sin dudarlo, es el que ponen los sábados y domingos en The Rocks, dónde hubiéramos cargado si nuestro presupuesto en Australia no estuviera en números rojos. 
Un paseo que sin duda nadie que venga a Sydney tiene que perderse, es por la noche, cruzar el puente y disfrutar las vistas de toda la ciudad iluminada. Tiene algo de mágico, disfrutarla en el silencio de la noche, con el murmullo a lo lejos de una ciudad que siempre está viva. Nosotros disfrutamos de ese momento acompañándolo con una botellita de vino y un surtido de quesos, que hizo que el momento fuera perfecto.

Esta ha sido nuestra  primera semana en Sydney, una semana intensa, en la que hemos querido aprovechar nuestro my multy pass a tope ( echaba humo). Ahora nos queda disfrutar la siguiente semana, algo mas tranquilos y relajados. Ahora ya sabéis, un pis y a descansarrrrrrrrrrr.