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Mostrando entradas con la etiqueta 14 Tailandia. Mostrar todas las entradas
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18 de agosto de 2012

Vacaciones en Phuket

Sunset desde nuestra habitación
Muchos piensan o estarán pensando que por qué seguimos en Phuket........
La respuesta es que las circunstancias y los cambios de última hora han hecho que pasemos aquí algunos días más. Es fácil que en un viaje de tan sólo 15 días no se nos hubiera ocurrido estar tanto tiempo, pero como ese no es nuestro caso, estamos encantados de haber pasado este tiempo por aquí. La razón es que aunque no tenga las mejores playas de todas las islas de Tailandia, si que tiene otras muchas cosas que no tienen otras islas mas pequeñas, además que también puede tomarse como punto de partida hacia islas mas cercanas como Phi Phi, Krabi y otras pequeñas islas.
Nuestro paraíso!!!
Nosotros nos lo hemos tomado como otras pequeñas vacaciones dentro de nuestro viaje, para relajarnos, cuidarnos y para disfrutar de su estupenda gastronomía. La verdad es que el cambio que hicimos de hotel fue una muy buena decisión, ya que además de poder disfrutar de dos increíbles piscinas, de unas vistas de la bahía desde la habitación preciosas (incluido puesta de sol y fuegos artificiales nocturnos), está situado en pleno centro de todo el meollo pero con un silencio perfecto durante la noche, así que no nos da pereza bajar en cualquier momento de la habitación para pasear o ir a alguno de nuestros lugares preferidos.
Nuestro restaurante
Masajito facial!!!
El anterior post lo dejamos con la despedida de Bea y Jordi, que seguían sus andanzas. Desde entonces hemos tomado la costumbre de dar un paseo matutino para desentumecer los músculos (tanto tiempo echados a la bartola no es muy bueno, jajaja), baño en la piscina de abajo para refrescarnos tras la sudada, una comida ligera, baño en la piscina de la terraza mientras vemos atardecer y paseito nocturno entre tiendas, bares y tuk tuks. En uno de esos paseos, encontramos un gran supermercado al lado del hotel, que ha sido nuestra salvación y nuestra perdición también. Salvación porque los precios allí están genial, aún mas baratos que en el Seven Eleven (Jordi que pena no haberlo descubierto antes), tienen comida preparada y todas las opciones imaginables. La perdición, porque tienen una sección pastelería que es BRUTAL, no solo por toda la variedad sino por lo ridículo de los precios, además cada día hay una oferta  en los diferentes donuts y los puedes comprar por 4 o 5 B la unidad, así que aunque no te apetezca, es imposible no comprarlos, pero además están muy ricos!!!!!. Cada vez que íbamos, que era casi todos los días comprábamos una media docena...¡¡por esos precios!!. Otra cosa que descubrimos es que los precios a la hora de masajes y belleza son también de risa (supongo que todas estas ofertas son porque es low season), así que  no hemos podido resistirnos. Nos hicimos un tratamiento facial, con limpieza a fondo, mascarilla y terminando con un masaje corporal que nos costó sólo 349B (9€), para repetirlo cada día!!!!
Tamaño gigante!!!
Otra cosa que hemos aprovechado para hacer y que no hacíamos desde Chile, fue disfrutar de un día de cine, con palomitas y todo eso. Además, aquí uno aún se lo puede permitir ya que solo cuesta 80 B. Como curiosidad, probamos unas palomitas que no habíamos probado nunca, con sabor a barbacoa, parece una cochinada, pero estaban muy ricas combinadas con las de caramelo ¡¡menuda mezcla!! Pero como cosa realmente curiosa del cine, fue el momentazo en el que de repente toda la sala se pone de pie, excepto nosotros dos, que nos mirábamos diciendo que narices hacía esa gente, hasta que nos dimos cuenta del anuncio que estaba en pantalla, en el que pedía respeto por el rey. Os imagináis eso en España ¿quién se pondría de pie???? Bueno la verdad es que pasamos un rato muy agradable.

Khai  Nok
Aquí parecía que no había casi nadie, pero nada mas lejos.......
Khai Nui
Chiringuito en la roca
También hemos tenido la oportunidad de saber que es "realmente" un sitio turístico, porque de momento todas las islas que hemos visitado han sido turísticas, pero nada que ver con lo que vimos cuando fuimos a un conjunto de tres islitas diminutas perdidas al este de Phuket: Khai Nok, Nui y Nai. Podrían haber sido unas de las islas y playas mas bonitas de toda Tailandia si no hubiera sido porque apenas podías verlas. Es tan exagerado el número de sombrillas, hamacas y barecitos que apenas deja verse el blanco nuclear de su arena y por supuesto dónde la isla entera está rodeada por los barcos amarrados...ESO SI QUE ES TURÍSTICO y eso si que es cargarse un sitio impresionante por querer acaparar a tantísima gente a la vez, una verdadera pena porque en serio las playitas eran impresionantes. Ya ese día acabamos de flipar, cuando llegamos al punto de snorkell ,que eran unas rocas que sobresalían del mar, con apenas arena e incluso allí habían montado una especie de chiringuito ¡¡¡alucinante!!!
Lleno de sombrillas, que pena!!!!!
Esto ha sido sin duda lo más turístico que hemos visto en toda nuestra vida. Visto lo visto, decidimos parar tema excursiones, mas que nada porque eran más de lo mismo y de lo que ya habíamos hecho en otras islas, así que dedicamos parte del presupuesto a una de las cosas que mas nos gusta hacer: COMER y si es marisco mejor que mejor, y es que en Patong hay una oferta de marisco impresionante.
En cada hotel, en cada restaurante e incluso en el puesto callejero mas sencillo, tienen una exposición de pescados y mariscos frescos que hacen de reclamo para el turista y es que el tamaño de algunos de los ejemplares que se ven asustan, hemos visto unas gambas gigantes como en la vida habíamos visto. Tras pasar cada día en cada paseo, su imagen se te va metiendo en el cerebro y sueñas con una docenita a la plancha, con una langostita o con los muchos tipos de cangrejos, hasta que llega el día que ya no puedes resistirte más y dices: -A tomar por saco el presupuesto!!!!!  "Necesito", es "imprescindible" comerme una de esas antes de volver a casa. Y después de eso, dicho y hecho. Buscamos un bar en el que la calidad-precio fuera buena y además dónde se pudiera regatear un poquillo el precio final (aquí hasta una mariscada puede regatearse). Elegías las piezas a tu gusto y te las pesaban delante de ti y antes de sentarte ya sabías el precio final. Nos decidimos por una langosta normalita, 2 gambas gigantes y media docena de gambas grandes, acompañados por un platito de almejas. Todo por 1900B (no llega a 50 €). Lo mejor de todo es que después elegías como querías que te cocinaran cada cosa. La verdad es que teníais que vernos, sobretodo yo, que como buena hija de mi madre, no dejé mas que las pieles y cáscaras.
La verdad es que hay que aprovechar aquí estos precios!!!!. Bueno, como nota curiosa pudimos ver como se comían el marisco con palillos, parecía cosa imposible, pero para nada, menudo arte!!!!!

Rico, rico!!!!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡ relajadita !!!!!

Y como podréis ver, entre unas cosas y otras, se han ido pasando los días sin darnos cuenta, tostados al sol, disfrutando de la actividad nocturna de la zona. Ahora nos queda solamente partir a nuestro siguiente destino, despidiéndonos de una isla que nos ha tratado genial, dónde hemos disfrutado de tranquilidad y de caos, de un tiempo excepcional a pesar de estar en época de lluvias, de buena compañía y de soledad, de olas juguetonas y de tardes de piscina...por todo ello gracias Patong y gracias Phuket. Ahora como siempre solo nos queda un pis..........y al bus!!!!

5 de agosto de 2012

Phuket: turismo sexual, si es lo que buscas


                               Habéis adivinado nuestro destino????  La turística Phuket!!!!!



Ya preparados de nuevo para nuestro nuevo destino: Patong Beach, nos despedimos con mucha pena de Supanee y emprendimos un viaje que debía durar solo 3 horas, pero que finalmente con la "buena" organización de los tailandeses se convirtió en 6 horas...Pa morirse!!  Ya de entrada nada mas recogernos nos dejaron en una estación, dónde tuvimos que esperar casi 1,5h  para que saliera nuestra mini van, pero el colmo fue cuando tras 20 minutos de circulación realizamos la primera parada para comer (ya podía haber salido comidito de casa). Viendo la dinámica del trayecto decidimos comer alguna cochinada por si se alargaba demasiado, y menos mal. La siguiente parada sin sentido, fue cuando ya habíamos llegado a la isla. Una parada en una agencia de viajes, con la excusa de apuntar el nombre del hotel, así si alguien aún no lo tenía podía contratarlo con ellos y además ya te ofrecían tours y el pack completo, que cansinosssssssss. Cuando por fin arrancamos de nuevo, tuvimos la mala suerte de ser los últimos en llegar al hotel, así que ya pudimos ver el ambiente ajetreado de esta zona de Phuket. El hotel elegido para nuestras primeras noches, fue "Seven Seas" un hotelito bastante cuco, algo mas alejado de la zona de marcha pero muy cerquita de la playa. Nos los habían recomendado Bea y Jordi, así que decidimos juntarnos los cuatro allí. Tenía una piscina bastante pequeña pero que cumplía su función y en la que te podías bañar hasta las 22h y las habitaciones eran grandes, limpias con Wifi y nevera, lo que viene muy bien (aunque siempre hay algún 7 eleven cerca para comprar algo fresquito) y todo ello por 600 B. Como nosotros llegábamos un día antes, fuimos como siempre a dar una vuelta de reconocimiento para encontrar un sitio dónde comer un buen pad thai a buen precio, sitios interesantes para pasear y posibles tours. Con los deberes hechos nos fuimos a disfrutar un rato del jacuzzi y de la piscina antes de irnos a descansar de un día un poco largo.
Seven seas
Con el paseo del día anterior ya nos dimos cuenta que Phuket, bueno mejor dicho Patong Beach, tiene todas las necesidades que un turista puede pedir, a parte de tiendas de souvenirs por doquier, agencias, tiendas para hacerte trajes (están por todas partes) y por supuesto bares, tiene además un gran centro comercial dónde a todas horas hay un gran movimiento de personas yendo y viniendo, con supermercado, tiendas mil, burguer, Mc Donalds y hasta cine para pasar alguna tarde de esas en las que el tiempo no acompaña. Para nosotros esto es genial, porque ya sabéis que Alberto es de ambiente y este tipo de jaleillo.
Lo único que se puede decir "malo" de Patong, es que la playa no es de las mejores que hemos visto, aquí son más largas y además no son tan tranquilas,de hecho tienes que ir con cuidado para que las olas no te den un buen revolcón o las fuertes corrientes te metan para adentro. Eso lo comprobamos nuestra primera mañana playera, dónde las olas eran grandecitas y cada dos por tres perdíamos prácticamente los bañadores, pero eso sí, lo pasamos como niños saltando y jugando con las olas (veis como siempre hay una parte positiva). Otro de los principales entretenimientos de Patong, es la calle donde se encuentran la mayoría de bares y locales dónde puedes desde tomarte una cerveza hasta disfrutar de unos de los famosos espectáculos eróticos tailandeses como el "Ping pong" o el "Banana show". La calle a partir de las 19 cobra vida propia y los bares se llenan de "señores" necesitados de algo de cariño y de jóvenes que nunca habían soñado con estar rodeados por 3 o 4 chorbas, aquí todo eso es posible, pero hay que ir con cuidado, porque también hay una gran cantidad de "lady boys", alguno de ellos impresionantes. Así que pasear por esa calle es de todo menos aburrido.
Los locales son además nada discretos, uno de ellos con unos enormes tigres en la entrada simulando una cueva y dentro un montón de pequeños bares diferentes cada uno con sus barras donde las chicas bailan a los clientes mientras algunos les ponen los billetes el el culot...¡para verlo!
Lo que más nos ha extrañado de este turismo sexual, es que los hombres no están con una chica una noche y ya está, muchos disfrutan de la misma chica mientras están aquí, como si fueran novios, sobretodo los que son mas viejecitos,.aquí hasta el mas feo tiene compañía, si dispone de una buena cartera claro. Divertidos con todo este ambiente, regresamos al hotel para esperar allí a Bea y Jordi, que llegaban sobre las 12 de la noche. Tuvimos que hacer un esfuerzo para mantenernos despiertos, pero teníamos muchas ganas de verlos y no queríamos esperar a la mañana siguiente. Los vimos entrar con sus mochilas a cuestas y enseguida nos fundimos en un abrazo y como cada vez nos hemos encontrado, nos atropellábamos unos a otros hablando y contándonos las nuevas anécdotas. Estuvimos hablando casi hasta las 2, hasta que pensamos que estarían agotados después de tantas horas de viaje.
Medio ahogadas!!!!!
Ya los cuatro frescos (bueno Jordi aún se quedó un rato mas en la cama, jajaja), nos fuimos a la playa a jugar de nuevo con las olas, que nos dejaron a los cuatro reventados  , pero tenemos la mejor forma de recuperar fuerzas, un buen pad thai, así que los llevamos al lugar que habíamos encontrado el día anterior, que por cierto les encantó como a nosotros, ya que además de que estaba bastante bueno, siempre nos ponían al final fruta como postre, piña y sandía o banana, y todo eso gratis, que más podíamos pedir por 60 B.Tras la comida fuimos a buscar una agencia dónde nos vendieran más barato el tour que queríamos hacer a dos islas al sur de Phuket. Conseguimos al final el tour por 900 B p/p, ahorrándonos 100B cada uno, algo es algo. La verdad es que buscamos siempre ahorrarnos lo que podamos, aunque luego apenas supondría nada en España (100B=2,75€). Vamos a flipar cuando lleguemos a casa y queramos regatear los precios de todo porque nos parezcan caros, veo a Alber diciendo: -Cuanto vale esa camiseta?  - 30 € señor - 30!!!!!! eso es carísimo, no te doy más de 15€... y luego la cara de la dependienta flipando y pensando ¿de dónde ha salido este individuo? Va a ser un shock para nosotros. Seguimos paseando para que ellos conocieran esas calles tan interesantes de Patong, y además tuvimos el placer de compartir la noche con una pareja que Bea y Jordi conocieron en Vietnam y que también estaban por aquí, así que los 6 nos fuimos a tomar unas cervecillas a uno de los tantos bares (a nosotros que no íbamos de caza y estábamos emparejados no nos cuidaban tan bien como al resto de clientes solitarios, a los que abanicaban y todo para amainarles el calor, jajaja).
Bea-Jordi / Nosotros / Bill-Natascha
La verdad es que Natascha y Bill eran encantadores y pasamos un buen rato. Al día siguiente, nos levantamos muy relajados (bueno a la pobre Bea la despertaron a las 8 los del tour porque se habían equivocado de día) y pasamos parte de la mañana en la piscina, ya que nosotros a las 12 nos cambiábamos a otro hotel, en pleno centro del jaleo para pasar el resto de los días. El hotel elegido era "Amata". Las habitaciones eran igual de buenas en los 2 hoteles, pero este último tenía dos impresionantes piscinas que nosotros íbamos a disfrutar mas ya que nos íbamos a quedar más días aquí. Además en la piscina de la terraza estábamos solos casi todos los días. Hicimos el traslado a pie (casi 35 minutos andando), con un calor brutal, pero lo preferimos a pagar la locura que nos pedían los tuk tuk (200 B por una distancia ridícula), así que a caminar. Llegamos empapados y rojos por el calor, nos instalamos y tras refrescarnos un poco, regresamos a donde estaban ellos alojados para comer juntos en el local del pad thai. Esta vez fuimos mas originales y Jordi y yo pedimos algo diferente: una tortilla abierta por arriba y rellena de pollo y verduras  , muy rico también y Alberto un curry rojo picantón, picantón. Bueno regresando de nuevo a Phuket. Decidimos ir a conocer Phuket Town. 
La calle más bonita de Phuket Town
¡¡¡Socorro!!!
Cogimos un bus local que paraba enfrente del bar y por tan solo 25B p/p nos dejaron en el centro de la ciudad. tenemos que decir que Phuket no tiene nada!!!!! es más bien feilla, algunos edificios más antiguos y algún mercadillo que ponen por la tarde, pero realmente nada que hacer allí, así que después de pasearnos las calles principales, decidimos volvernos antes de que se acabara los buses a las 6 pm. De nuevo subidos a ese bus local, mitad tuk tuk, mitad camión, no arrancamos hasta que no estuvo lleno, y me refiero a repleto, estábamos todos como ovejas o cerdos, sudando a tope y aún así el del bus pensaba que aún cabía alguno más y nos mandaba apretarnos cada vez más hasta que dejamos de tener espacio vital y pasamos a compartir cada líquido corporal  del vecino...menudo viaje!!!!!! Después de esa sudada, era mas que necesario un baño refrescante en la piscina antes de volver a salir y cenar en otro local dónde Jordi encontró los pada thais a 50 B, así que allí nos fuimos a tastarlo (menudo paseito que nos hiciste hacer, Jordi, pensábamos que nunca llegábamos).
Coral Island
Snorkel en Raya island 
 Al día siguiente nos recogieron a los cuatro en nuestros respectivos hoteles y nos llevaron al puerto desde donde salían todos los botes hacía  las dos  islas del tour. Nos alegramos de no ser muchos y partimos rumbo a la primera isla: Coral Island. La verdad es que comparado con la playa de Patong , esta era el paraíso, con arena blanquísima y agua turquesa y transparente que te permitía ver los peces si necesidad de las gafas. Por una vez en un tour tuvimos muchísimo tiempo para estar tumbados en la arena, bañarnos, hacer snorkel y después de todo eso comer tipo buffet en el restaurante de la playa, los chicos (Alber y Jordi) se pusieron las botas comiendo pollo. la siguiente parada: Raya o Racha Island, otra isla un poco más alejada y más grande dónde hicimos varias paradas, la primera para hacer snorkel de nuevo, el sitio era bastante mejor que el anterior y aunque vimos los mismos peces que hemos visto durante nuestras andanzas por todas las islas, vimos un grupito de 4 calamares que al menos a mi me hizo mucha ilusión, ya sabéis que yo soy más de animalillos y esas cosas. Por último paramos en una de las playas de la isla dónde el agua aún estaba casi más turquesa que la anterior, lo único que la playa no estaba muy cuidada y estropeaba las vistas, pero la isla sería la caña si no fueran tan arreu estos tailandeses.
Raya Beach
De vuelta, como siempre, un poco de fruta, nuestra droga favorita de ahora: la pepsi en este caso (Jordi ya te has bebido todas las que cogiste, jajajaja) e intentar no estar cerca de todas las personas del barco que se mareaban y que de un momento a otro amenazan con vomitar y eso que el mar estaba calmado. La verdad es que aunque las islas están bastante bien, el tour es un poco caro comparado con otros que hemos hecho, y eso que aquí también están casi rebajados un 50%, pero bueno es lo que hay. Regresamos cada uno a nuestros hoteles a darnos nuestros baños vespertinos antes de volver a quedar para cenar nuestro habitual pad thai (al menos uno por día). Cuando llegamos Jordi nos comentó que unos amigos de ellos de Barna estaban en Phuket y que también venían a cenar. Siempre se agradece la frescura de nuevas personas, nuevas historias y sobretodo esta vez que eran paisanos. Judit y Javi llegaron acompañados de Bea y como no, les inducimos a probar nuestro plato preferido, que ellos aún no habían comido,.supongo que les gustó, porque repitieron al día siguiente.
Comiendo Pad Thai!!!
Los 6 fuimos a dar una pequeña vuelta por la "calle" principal para que vieran un poco el ambiente y luego todos a descansar. Pasamos el día siguiente todos juntos ya que era el último que íbamos a estar juntos, ya que ellos cuatro comenzaban su andadura por las islas,empezando por Phi Phi. Pasamos el día entre playa, pad thai y compras por las calles de Patong y de nuevo por tercera vez nos despedimos de Bea y Jordi y de sus amigos, aunque esta vez era menos dura, ya que sabíamos con certeza incluso la fecha de nuestro nuevo encuentro, esta vez ya en España. Entre besos, abrazos y más besos tomamos caminos diferentes aunque a veces muy parecidos y de nuevo ha sido un placer poder compartir con ellos algunos días de nuestra aventura que cada vez está más cerca del final. De momento nosotros seguimos por aquí retomando fuerzas para llegar frescos a uno de los destinos finales de nuestro viaje, pero eso ya os lo contaremos más adelante, ahora toca como siempre: Un pis y a dormirrrrrrrrrrrrrrr
PD. Os dejo unas cuantas fotos con algunas cosas curiosas de por aquí

La comodidad de sus cines
Lo bien que cuidan a los maridos
Sencillez de los pubs

Tuk Tuk kiosco

Pubs ambulantes


30 de julio de 2012

CAMBIO RADICAL: La tranquilidad de Koh Lanta y giro de 360º en los planes


Nos levantamos con ganas de conocer nuestro próximo destino: Koh Lanta, un cambio radical respecto a la ruidosa Koh Phi Phi. Queríamos disfrutar de unos días de relax y sobretodo de poder dormir por las noches. El ferry nos costó 300 B y tardaba aproximadamente una hora en llegar a la isla. Teníamos reservado por adelantado (cosa rara en nosotros, pero conseguimos muy buen precio) un hotel en el sur de la isla dónde supuestamente las playas eran mejor que en el resto de la isla, "Kantien Bay resort". Nos recogieron en el puerto, dónde de nuevo tuvimos que pagar  por limpieza de la isla, 10 B esta vez. El trayecto se hizo interminable ya que estábamos bastante lejos del puerto, a casi 40 minutos en coche, y ya por el camino nos dimos cuenta de que esta isla no tenía nada que ver con ninguna otra de las que llevábamos visitadas. Se notada una tranquilidad casi excesiva y no se veía mucho ambiente, además la previsión meteorológica para los próximos días no eran muy buena que digamos. Llegamos finalmente a un resort casi metido en la playa que tampoco era nada del otro mundo, pequeñito y bastante aislado. Solo había unos puestos de masajes y un 7 eleven a unos 100 metros y poco más, vamos, tranquilo, tranquilo.
Añadir leyenda
Cuando llegamos a la recepción y le dimos el papel de nuestra reserva ya nos dimos cuenta de que algo iba mal. Esperamos a que terminara con el resto de huéspedes y nos dijo que nuestra reserva no aparecía por ninguna parte y que no tenía el bungalow que habíamos reservado para los 7 días, que de momento tenía ese mismo para dos noches y luego teníamos que cambiarnos a otro supuestamente mejor. La verdad es que este error nos vino de lujo, ya veréis luego porqué. La verdad es que el chico estaba un poco alucinado con el precio que nos habían dejado, solo 700 B cuando el resto de gente estaba pagando 1000. Nosotros le explicamos que era porque íbamos a estar una semana entera. Vimos la habitación y nos pareció normal, el baño un poco cutre pero con vistas a la playita. Normalmente teníamos que pagar el resto de la reserva en el momento de llegar, pero como teníamos que cambiarnos de habitación y lo que habíamos pagado correspondía a las dos noches no pagamos nada más. Nos instalamos rápidamente, nos pusimos los bañadores y nos fuimos al bar del hotel a comernos un pad thai antes de tirarnos al sol que esa tarde lucía perfecto. Aprovechamos a tope la tarde bañándonos y pudimos disfrutar de una puesta de sol con el cielo claro sin apenas nubes.
Menudo cielo!!!
Ya nos habían avisado de que el mar se había comido las playas de Lanta, y es que debido a la época que estamos y a las lluvias de todas las semanas anteriores, la marea subía tanto que prácticamente no había arena, de hecho por la mañana cuando nos levantamos al día siguiente, el agua llegaba casi al borde del murito del hotel y el agua estaba más turbia de lo normal. Además en lugar del sol que se esperaba ese día, amaneció lloviendo y bastante nublado. Eso es lo que nos hizo empezar a meditar, ya que en los siguientes días se esperaban peores días aún, y aquí en Koh Lanta, si no puedes disfrutar de la playa y no puedes alquilar una moto por la lluvia, no hay mucho que hacer, por no decir nada. Nos gusta la tranquilidad, pero no tan extrema.
Kantien Bay
Nuestro plan original era ir hacia Koh Lipe, Satun y luego cruzar la frontera Malaya hasta Langkawy, pasar unos días en la isla y regresar a Thailandia.. Problema, no es para nada una buena época para ir a Lipe y tampoco a Langkawy, se avecinaban lluvias continuas, así que teníamos que pensar muy bien si queríamos ir para allá. La otra opción era un viaje de un día a Satun para salir y volver a entrar en Thailandia, pero teníamos que esperar en Lanta casi 10 días, y con este tiempo era impensable, además el viaje nos costaba 1500B p/p. Así que después de hacer números y de volver a mirar la previsión del tiempo, decidimos volvernos a Ao Nang, donde en Krabi podíamos hacer la extensión de visa por un mes más pagando 1900 B, nos ahorrábamos dinero en viajes y al menos allí había cosas que hacer que quedaron pendientes la vez anterior.
Cuando le dijimos al del hotel que al final solo nos quedaríamos esas dos noches, casi se alegró, ya que seguro que pagarían más por la habitación que íbamos a tener.

Pasamos nuestro último día en Lanta jugando a las cartas y dados entre tormenta y tormenta y la verdad es que nos alegramos de la decisión tomada, ya que además los staff del hotel eran bastante dejaos y pasaban de todo. Compramos nuestro billete a Ao Nang (450B) y nos despedimos de una isla que debido al mal tiempo, no pudimos conocer apenas. El viaje fue mas largo de lo esperado, el motivo es que no íbamos en ferry sino en mini van, con lo que tuvimos que tomar un par de pequeños ferrys para cruzar finalmente a tierra firme. Llegamos de nuevo a Harvest House, ya que habíamos estado de lujo y el precio era perfecto para nosotros. Supanee (la dueña del hotel), se alegró muchísimo de tenernos de nuevo allí. Ella misma se ofreció a acompañarnos al día siguiente con su coche a Krabi para conseguir un cargador nuevo para el portátil y lo más importante, ir a inmigración para la ampliación del visado. La verdad es que menos mal que nos acompañó, porque cuando llegamos allí, habían cambiado de sitio la oficina y estaba a tomar por saco de Krabi Town. Cuando por fin llegamos, el trámite no duró ni 10 minutos, pagar 1900B p/p, hacernos una fotito y echar un par de firmas...Ya teníamos de nuevo visado.
Que mono!!!
Le agradecimos de nuevo a Supanee toda la ayuda que nos había prestado, la verdad es que es una mujer encantadora. Cada dos por tres nos daba fruta que no habíamos probado nunca, pescaditos fritos tipo thai e incluso el último día nos invitó al café antes de irnos, vamos que la mujer con nosotros se portó fenomenal y siempre estaremos agradecidos.
Los siguientes días en Ao Nang se pasaron bastante rápidos, además nos hizo bastante buen tiempo a pesar de las previsiones del tiempo que anunciaban lluvias casi a diario. La verdad es que cuando llovía lo hacía solo por un ratito, lo que no te impedía disfrutar del día. Aprovechamos para ir a la playa un par de mañanas  , que aunque no era como las islas cercanas, no estaba tampoco nada mal. Descubrimos que en la mayoría de locales de masajes, por las mañanas ofrecían casi todos los servicios al 50%, cosa que nos se podía dejar pasar, así que otra mañana la dedicamos íntegra a una sesión de belleza y relax. Alberto se hizo un masaje de aceite de coco de una hora (por su carita estuvo genial) y yo me dedique a hacerme la manicura y pedicura con color, ya que mis uñas pedían a gritos un poco de cuidado. Al final todo nos resultó por solo 10 €, nada mal, no? Para no perder la costumbre, siempre que nuestro puesto callejero de comidas estaba instalado, nos comíamos para variar Pad Thai, creo que si seguimos así, se nos va a quedar cara de noodle, jajaja, pero es que está tan bueno y vale tan barato (aquí 40B), que no podíamos resistirnos.
Sufriendo

Krabi Town
Vistas desde el rio
Como la vez anterior no pudimos ir al mercado nocturno de Krabi, decidimos dedicarle una tarde a conocer un poco más la ciudad y ver el mercado. Tomamos un tuk tuk bus (50Bp/p) enfrente de nuestro hotel y en una media hora estábamos en la ciudad. La verdad es Krabi es bastante fea para nuestro gusto, no nos gustó nada. Sólo tiene una calle principal y dos o tres calles perpendiculares, todas ellas llenas de tiendas y puestos de comida. Tiene un templo, que desde lejos se ve muy bonito, pero cuando llegas a sus pies es
Mercado nocturno
bastante sosaco, pero bueno, para pasear un poco está bien. Fuimos hacia la orilla del río para ver si al menos era más bonito pero tampoco era nada del otro mundo, lo más bonito eran las vistas de las montañas a lo lejos. Como el paseo nos duró bastante menos de lo que habíamos imaginado, llegamos al mercado cuando estaban empezando a montar, así que no había mucho ambiente. La mayoría de puestos eran de comida, que además estaba super barata, porque es un mercado mas orientado a los locales que a los turistas, aunque también había algún puesto de souvenirs. Después de darle casi tres vueltas al mercado (que es más bien pequeño), nos volvimos de nuevo para casa, un poco desilusionados con Krabi, pero contentos de haber decidido alojarnos en Ao Nang.
Ao Nang
Reencuentro
Y así se han pasado los días, entre paseos, playas, masajes y pad thais, unos días muy tranquilos. Ahora estamos preparados para nuestro siguiente destino, un destino que nos traía de nuevo la grata oportunidad de volver a estar con nuestros amigos del mundo Bea y Jordi, que volvían de su visita a Vietnam. De nuevo la oportunidad de compartir unos días juntos mientras nos volvíamos a poner al día en nuestras aventuras y con los que nos une nuestro "amor" por el Pad Thai. Un destino del que hemos oído cosas buenas y otras muchas malas simplemente porque "es muy turístico". La verdad es que hoy en día creo que no existe casi ningún lugar "auténtico" en el mundo (como dicen muchos) o al menos en Thailandia todo se ha convertido en turístico. Que no me digan a mi que Koh Thao no es turístico, cuando todo el mundo va allí a bucear, o Koh Panghan que se ha hecho famosa por la full moon o la famosísima Koh Phi Phi, dónde los jóvenes van a pasar los días entre fiestas y buckets dejando las playas llenas de botellas y suciedad. De todas maneras nosotros somos viajeros y  TURISTAS desde el momento en el que salimos de nuestra casa y nos gusta conocer sitios nuevos, unos más bonitos que otros pero todos interesantes. Os imagináis ya cual es nuestro próximos destino ????????????  Ahora mientras pensáis en la respuesta, nosotros como siempre... un pis y a la cama.


19 de julio de 2012

Las dos caras de Koh Phi Phi: Días tranquilos y noches locas

Antes de nada, pedir perdón por este parón que hemos tenido. No penséis que ha sido porque estábamos tan a gusto tirados en una de estas maravillosas playas y se nos ha pasado el tiempo volando....podría ser, pero el motivo ha sido que nuestro cargador del ordenador se ha suicidado tirándose desde lo alto de la cama (ayudado por un piececillo mio) y tras unos días de angustia en los que apenas respiraba, finalmente se ha ido al otro mundo y nos ha dejado sin conexión con el mundo exterior. Hemos tenido que esperar a estar en una ciudad algo más grande para poder sustituirlo y finalmente lo hemos conseguido, esperamos que este al menos nos dure lo que queda de viaje.

Sniff, sniff!!!!

Ahora si que vamos al tema.....

Llegamos al puerto de Phi Phi en un barco que daba miedo, y nada más llegar ya estaban pidiéndonos dinero, 20 B para mantener la isla limpia. Unos pasos después, nos esperaban todos los "cazadores" de hoteles, para que reserváramos allí mismo el hotel viendo las fotos, ya que decían que así era más barato. Nosotros que ya estamos "resabiados" sobre este tema, decidimos buscar por nuestra cuenta y menos mal, porque el hotel que nos había gustado era un "pu--" desastre y además teníamos que andar demasiado. después de ver unas cuantas casas del terror, encontramos uno que estaba bastante céntrico y la habitación no estaba nada mal, limpia y con A/C por 600B.

Phi Phi Don es una isla bastante pequeña, con dos bahías: Ton Sai, dónde está el puerto y llegan los botes de los tours y no es muy buena la playa, y Loh Dalum dónde la playa es genial y normalmente está la gente que está alojada en la isla. Nada más llegar, nos dimos cuenta hacia que tipo de turista está enfocada la isla, un turismo de niños/as muy jovencitos y cuya principal actividad es beber, beber y luego seguir bebiendo. En toda la isla, sólo hay restaurantes, bares, puestos de comida, agencias y un sin fin de pubs que por la noche cobran vida hasta muy altas horas de la noche, con la música tan alta que es bastante difícil poder dormir. Es más, para no perder negocio, hasta los hoteles y tiendas, sacan sus mostradores a la calle para ofrecer los típicos "buckets" con el alcohol que tu quieras, así que imaginaros como acaba todo el mundo. Además la gente es tan cochina que por la mañana, la playa aparecía llena de botellas vacías de cerveza que nadie recogía, a pesar de los 20B que pagamos para limpieza de la isla. Esa ha sido para nosotros la peor cara de Phi Phi, ya que en las cuatro noche que hemos estado, no hemos podido dormir, ni siquiera con tapones.

Loh Dalum Bay

Pero no todo es malo en Phi Phi.... por las mañanas, cuando aún la gente duerme, la playa está perfecta y se pasan las horas sin darte cuenta entre baño, sol y cervecitas hasta que llega la hora de la puesta de sol.

Phi Phi Lay

Pero sin dudarlo, si hay algo increíble en Koh Phi Phi, es la pequeña isla que se encuentra al lado: Phi Phi Lay, dónde se encuentran  lugares espectaculares como: Maya Bay , Pileh Bay y Lohsamah. Realmente son lugares que no hay que perderse y que nosotros aunque ya habíamos estado con el tour de Ao Nang, queríamos volver a disfrutar con más calma.

Maya Bay ( y sin barcos!!!!)

Para evitar la gran aglomeración de botes de por la mañana, tomamos un tour (250B) que salía a las 14 y volvía con la puesta de sol. Paramos en primer lugar en Maya Bay y por fin pudimos ver toda la bahía y la arena, ya que no había casi barcos y tampoco mucha gente, es ¡¡BRUTAL!!. Una bahía casi cerrada rodeada completamente por montañas de una vegetación mas que  abundante y a la que prácticamente solo se puede llegar en barco. Estuvimos una hora disfrutando de las vistas y de sol y sin parar de hacer fotos, es inevitable ante un lugar como este.
Pileh Bay

snorkeling
La otra parada del tour era en la laguna que está dentro de Pileh Bay, dónde el agua es tan clara, tan azul y tan transparente que casi no hacen falta las gafas para ver la cantidad de peces de colores y de corales que allí pudimos ver haciendo snorkel. Hasta aquí el tour fue perfecto, pero después de visitar Monkey beach para ver como los monos se atiborran de piña y plátanos, teníamos que  esperar la puesta de sol, con el inconveniente que aún eran las 5 pm y el sol no se ponía hasta las 6:30.  Así que nos encontramos en medio del mar, con la barca sin parar de moverse, sin nada que hacer. Todos nos quejamos de la mala organización, ya que podíamos haber estado mas tiempo en la playa o en el  snorkel, pero discutir con ellos es imposible, así que al final todo el bote  decidió volver antes de empezar a vomitar, así que llegamos casi 1,5 h antes. Nosotros directamente fuimos a quejarnos dónde habíamos comprado el tour y de nuevo fue imposible sacar nada claro con ellos, solo decían I'm sorry!!, pero para nosotros eso no era suficiente. Al final la mujer nos dio 100B (que Alber no quería coger) para que nos fuéramos y no le espantáramos la clientela.
Aburridos, lo dimos por imposible y nos fuimos a comer un Pad Thai a su salud.
En Phi Phi, no hay mucho mas que hacer, a parte de playa y fiesta, lo único que se puede hacer es subir al view point, que también vale mucho la pena, ya que se pueden ver las dos bahías e incluso Phi Phi Lay. Nosotros subimos por una carretera empinada y luego continuamos por medio de la montaña. Nos extrañó no encontrarnos a nadie por el camino,  y supimos porqué cuando llegamos a uno de los miradores. Nosotros subimos por un camino distinto al de todo el mundo. La gente subía por un camino más corto pero con unas escaleras interminables, además de tener que pagar 20 B para poder subir a los miradores, así que nosotros tuvimos la suerte de ahorrarnos ese dinerito. Hay tres miradores en el camino y sin duda el segundo es el mejor de todos, dónde se disfrutan de unas vistas increíbles de casi toda la isla, es precioso. Además es el único punto en el que por su posición puedes ver tanto el "sunrise" como el "sunset". Puedes quedarte allí sentado en los pedruscos que hay y se pasa el tiempo sin darte cuenta. De verdad, muy bonito!!!

Desde el view point



Así que así se han pasado los días en Phi Phi, entre playas de arena blanca, disfrutando de cada momento en el que el sol salía, ya que ahora estamos en una época complicada, dónde es fácil que llueva en algún momento del día, disfrutando de sus días y huyendo de sus noches, y saboreando cada minuto de este viaje que pronto llegará a su fin.


Ahora nos toca cambiar totalmente de ambiente, a otro que sabemos que va ser lo opuesto a Phi Phi, es decir todo tranquilidad, para disfrutar de mas sol y playas si el tiempo nos lo permite, cosa que cada vez es más difícil. Nuestro próximo destino Koh Lanta, otra isla a tan solo una hora de ferry.
Todo eso y más cosas (cambios de planes), os lo contaremos muy pronto, si nuestro ordenador nos lo permite, ya que cada vez apunta más a su final. Ahora ya sabéis que como siempre.....Un pis y a intentar dormirrrrrrrrrrr