Lago Hoan Kiem |
Llegamos a Hanoi, después de 3,5 horas de bus desde Halong. El bus de la agencia paraba en pleno centro, donde estaban todas las agencias y hoteles, aunque la verdad es que al final no tuvimos mucho que buscar, ya que enfrente mismo estaba el hotel de la agencia (Aurora hotel). Enseguida salieron para ofrecernos una habitación y de nuevo Alberto se encargo de las negociaciones, que cada vez hace mejor. Cuando bajó de ver la habitación, una sonrisita me reveló que habíamos conseguido un buen trato. En lugar de los 30$ que costaba, nos lo dejaron en 20$ con el desayuno incluido. Lo que no me imaginaba era que la habitacion iba a ser tan guay, con una cama enorme de matrimonio, el baño fenomenal, pantalla de tv plana y además hasta un ordenador...genial!!!
Water Puppets |
Después de la alegria por la habitación, nos fuimos como siempre a ver la zona y a ubicarnos.
La verdad es que la zona no podía estar mejor, en plena ciudad vieja, donde por todas las calles hay una actividad loca, tiendas de todo tipo y toda la oferta gastronómica que desees. Toda esta zona es como un mercadillo, donde cada calle o zona está dedicada a temas diferentes: están las calles de los zapatos, de la comida, de la ropa, hilos, etc... Decidimos aprovechar la tarde para ir a ver las marionetas de agua, algo curioso y diferente, aunque tampoco nada del otro mundo. Compramos la entrada cara (100000dvn) en las primeras filas, pero si no se llena puedes comprar la otra por 40000 y una vez empezado sentarte en los asientos libres de delante
Dedicamos los sigientes 3 dias a visitar toda la ciudad, pero con tranquilidad ya que teníamos muchos dias por delante. Visitamos el lago Hoan Kiem, con su pagoda en medio, el mercado, el West Lake con la Tran Quoc Pagoda, que es bastante bonita (aunque solo lo vimos por fuera porque estaba cerrada), la ciudadela, y finalmente el Mausoleo de Ho Chi Min, que sin duda es lo que mas nos ha gustado y es lo que voy a detallar un poco mas. Para entrar, no tienes que pagar nada, cosa que se agradece, pero tienes que pasar por unos controles y cumplir una serie de normas de vestimenta y actitud (no puedes entrar en pantalones cortos ni tiranes). Tras pasar el primer control (donde nos quitaron el agua) y tras dejar la cámara de fotos en una especie de garita, te diriges hacia el Mausoleo por un camino del que no puedes salir ni correr por el. Hay guardias por todas partes controlando que nadie se salga del camino. Cuando llegas a la puerta del mausoleo, empieza una alfombra roja (como si fueramos los famosos de los oscar) y te indican que te quites gafas de sol y que tienes que estar en un silencio absoluto (lo que hace mas facil que te salga una risita inevitable). Al entrar al edificio, la temperatura desciende casi 10 grados y la vigilancia se triplica...¡¡Ni que nos fueramos a llevar la momia!!!!! Por fin entramos en la cámara donde se encuentra la momia de Ho Chi Min, el silencio es total y además no puedes pararte a observarla con calma, así que tienes que caminar lo mas lentamente posible para verla con detalle. Es espectacular lo bien conservada que esta, parece que simplemente está durmiendo, no da nada de rollo, realmente nos impactó ver la delicadeza y solemnidad con la que tratan todo lo referente a este personaje. De verdad merece la pena visitarlo.
A parte del Mausoleo, están todos los jardines que lo rodean, además allí tambien se encuentra la Pagoda de un solo pilar. Contrasta lo limpio y cuidado que está el edificio de la tumba y lo poco cuidado que está el resto.
El viernes, cuarto dia, decidimos hacer una excursión que nos recomendaron en nuestro hotel: "Perfum Pagoda" que duraba todo el dia. Nos recogieron en nuestro hotel y tras 1,5 horas de bus, llegamos al punto donde nos esperaban los botes, ya que solo se puede llegar hasta la pagoda en bote o helicóptero. Estuvimos 1 hora en el bote disfrutando del paisaje y del silencio. Cuando llegamos vimos los efectos de las lluvias de esos últimos dias y sobretodo de la noche anterior, ya que bajaba una cascada de agua por los escalones que nos llevaban a la pagoda. Llegaba el agua hasta los talones!!!
Perfum Pagoda |
Decidimos bajar caminando la montaña para disfrutar mas el paisaje, pero enseguida nos dimos cuenta que iba a ser algo difícil, ya que todo el camino esta rodeado de puestos de locales que te impiden ver el paisaje.
"Ola de Tapas" |
Una vez abajo, de nuevo volver al bote para regresar al punto donde nos recogía el bus para volver a la ciudad. La verdad es que fue un tour que estuvo bastante bien. Llegamos algo cansados pero queríamos ir a un bar español que nos recomendaron unos españoles que venían en el tour, así que nos dimos una ducha y salimos antes de que nos diera el bajón y mereció la pena. El bar se llama "Ola de tapas" y lo lleva Carles, un paisano de Gandia que lleva 4 años en Vietnam. La idea era tomar solo una cerveza y saludarlo, pero cuando vimos la carta...no pudimos evitarlo y nos pedimos unas "tapitas": bravas, gambas al ajillo, queso manchego, huevos rotos y lo mejor, dos montaditos de JAMÓN SERRANO, con lo que lo echábamos de menos...¡¡dios como disfrutamos!!. Además de la comida y la charla con Carles (contándonos como había llegado aquí), nos amenizaba la velada un trío que tocaban la guitarra española de categoría, así que realmente valió la pena salir.
Los dos días restantes los dedicamos a descansar, dar pequeños paseos por la ciudad, callejeando como nos gusta y visitar el mercado nocturno que ponen de viernes a domingo. El mercado es enorme y la aglomeración de gente es impresionante, toda la ciudad está allí. Lo mejor es que toda esa calle está cerrada a las motos, lo que se agradece un montón.
En nuestro último día en Vietnam, decidimos darnos un homenaje y fuimos a comer al local de Carles, a comernos un arrocito bueno que tanto echamos de menos. Nos decantamos por un arroz meloso de pulpo, almejas y gambas...¡¡¡Delicioso!!! acompañado de cerveza bien fría, buena música y buena compañía. No se podía pedir más...la verdad es que nos fuimos de Hanoi con muy buen sabor de boca. ¡GRACIAS Carles!.
Tenemos que decir que, en general, Vietnam nos ha sorprendido gratamente, hemos visto lugares maravillosos e indescriptibles como Halong Bay, caóticos como Ho Chi Min, por sus millones de motos, pero sin dudarlo como ciudad nos quedamos con Hoi An, que es preciosa.
Ahora nos queda como siempre la peor parte, el traslado a un nuevo lugar, no por el viaje en si, sino por las tantísimas horas que se necesitan para recorrer unos poco cientos de km. En esta ocasión el más largo de Asia hasta ahora, 22 horas nada menos. Esperamos esta vez tener algo más de suerte con la cama y la compañía. Ahora ya sabéis como siempre, antes de subir al bus....un pis..............