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1 de mayo de 2012

Singapur

Decidimos ir hacia Singapur en un tren "nocturno" para variar, aunque esta vez intentamos coger un coche cama, ya que los precios son mas que asequibles, pero tuvimos la mala suerte de que estaba todo lleno, así que nos tuvimos que conformar con un asiento en segunda clase, por el precio módico de 18€ los dos. La verdad es que si no hubiera sido porque el aire acondicionado estaba súper alto (parecía Siberia), hubiéramos pasado buena noche. La verdad, es que el tema de la aduana, nos sorprendió bastante, por su rapidez. Entró un policía en la penúltima estación para hacer la salida de Malasya (2min) y en la última estación pasábamos el control de entrada a Singapur, que fue también muy rápido. La verdad es que el tren te deja separado de la city,pero hay autobuses en la misma salida, que por 2,20$SGDp/p, nos dejaron casi en la puerta de nuestra hostel, situado en pleno corazón de "Little India", uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad junto a Chinatown. El hostel: "Inn-Crowd" ,no estaba mal, bastante básico pero limpio, aunque tuvimos un pequeño invitado que se estuvo paseando por la habitación haciendo que algunas chicas decidieran dormir en las literas altas, jajaja, total por un ratoncillo de na!!!!.
"Little India", nuestro barrio
La verdad es que Singapur, es bastante diferente al resto de Asia, sobretodo se nota en la limpieza de sus calles, cosa normal, ya que te pueden poner multas altas por tirar papeles al suelo e incluso por comer chicles ( cuyo contrabando está prohibido; Que fuerte!!). Además de la limpieza, Singapur se caracteriza por sus altísimos edificios y como no, por tener uno de los hoteles más lujosos y modernos de Asia, que sorprendentemente no es el más caro. 
Chili en grandes cantidades
En nuestro primer día, como siempre nos dedicamos a conocer nuestro barrio, que a todas horas tiene un ambiente increíble. Pero creo que si de una cosa podemos hablar de little india, es de su colorido, ya que cada casita tiene la fachada de un color, dándole un aspecto muy chulo. Otra cosa curiosa es la cantidad de joyerías, todo a base de oro, el oro más amarillo que he visto nunca (aquí es de mas kilates), pero sobretodo porque las piezas, son todo menos sencillas,y es que a los hindúes les encanta el oro. En toda la zona, además se nota una mezcla de olor a especias e incienso, que hace que a veces resulte algo molesto, sobretodo si se junta con el calor excesivo, pero es un barrio que vale la pena visitar.


Nuestro segundo día, nos fuimos a Sentosa, una isla pegada a Singapur, convertida en una especie de isla temática. Nos fuimos con Gabriela, una mejicana afincada en Irlanda, que conocimos en el hostel. El trayecto a Sentosa, cuesta sólo 3$, y allí puedes tomar todos los medios de transporte gratis. Es una isla más que curiosa, dónde puedes encontrarte desde Universal Studios, la Tiger tower, desde dónde se divisa toda la ciudad, y otras muchas atracciones. Además han hecho como unas playas artificiales donde puedes refrescarte un poquito, ya que el calor realmente es horrible y la humedad hace que estés todo el día sudando. Sentosa da de si para pasar un día entero, y eso sin entrar en ninguna de las actividades, así que es un sitio curioso y diferente para ir.
Hotel Marina Bay Sand
De vuelta a la ciudad, decidimos intentar subir a uno de los hoteles mas lujosos de Singapur: el Hotel Marina Bay Sands, que tiene un mirador en la terraza dónde hay unas vistas impresionantes de la ciudad.
Vistas desde el hotel
Se supone que hay que pagar para que te dejen subir arriba a la terraza, pero como Alberto no tiene vergüenza, y Gabriela aún mucho menos, nos colamos en uno de los ascensores  y allí que subimos. Yo estaba muerta de la vergüenza y cagada por si nos echaban, menos mal que estaban ellos ahí. Ya arrriba, pasamos el control de la puerta diciendo que íbamos al restaurante, y aunque indecisos, al final nos dejaron pasar. Una vez dentro, conseguimos incluso que nos dejaran entrar en la zona de la piscina, que es de ensueño. La verdad es que las vistas desde allí arriba son las mejores para ver toda la ciudad y más de noche, con toda la ciudad iluminada. Fue un final de día perfecto!!!
Chinatown

Bordeando el río
El último día, fuimos por toda la zona que bordea el río, y la verdad es que nos sorprendió ya que hay muchos edificios pequeños de distintos colores cada uno, convertidos en bares y restaurantes que son muy bonitos. Paseando, paseando, llegamos hasta Chinatown, y de nuevo nos gustó mucho más que en Kuala Lumpur, mucho mas limpio, mas grande y más ordenado. Vimos un templo Chino enorme, de 5 pisos de altura, en el que incluso pudimos entrar. Pero lo mejor del barrio chino es la pequeña locura de sus miles de tiendecitas, sus luces y su caos. 
Cansadísimos y con la faena hecha, nos fuimos a descansar, ya que a las 4 am teníamos que levantarnos para volar a nuestro próximo destino: Vietnam. Así que nos despedimos de Gabriela e intentamos dormir alguna horita, cosa que resultó algo difícil, no sin antes como siempre, un pis.......