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Mostrando entradas con la etiqueta 09 Japón. Mostrar todas las entradas
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24 de abril de 2012

Kyoto y Nara. Impresionantes templos

Pabellón Dorado
Después de unos días en Tokyo, decidimos ir a conocer otra de las ciudades más conocidas de Japón: Kyoto. Fuimos en un bus nocturno (otra vez ahorrándonos el alojamiento), que tardaba unas 7 horas en llegar, así que antes de las 7am nos plantábamos en la puerta del hostel, el problema es que el check-in no era hasta las 15h, así que aunque cansadísimos, nos fuimos a conocer ya la ciudad. Antes de nada tengo que decir que el hostel ha sido perfecto, ya que está muy bien situado y las habitaciones y todo en general estaba limpísimo, volvería aquí sin dudarlo, se llama Guest House Kyoto y está a solo 8 minutos andando de la estación.
Una casa en Arashiyama
A diferencia de Tokyo, que usábamos el metro, aquí sin duda el transporte estrella es el bus. Nosotros sacamos un pase diario, que costaba 500Y (5€). Vale la pena porque las distancias son enormes y las zonas de los mejores templos están hacia las afueras. Nuestra primer destino: Kinkakuji. En esa zona puedes encontrar varios templos importantes. Normalmente hay que pagar una entrada que varía entre 400-800Y, según el templo, así que nosotros decidimos entrar al Pabellón Dorado (400Y), un templo impresionante, en medio del bosque, cuyo edificio principal es una pagoda dorada dentro de un lago, no estaba mal para empezar. Como a todos los templos no podíamos entrar, el resto los vimos desde afuera.
Nuestra segunda parada fue el área de Arashiyama, bastante más grande. Aquí hay también 3 o 4 templos importantes y grandiosos, pero lo mejor de esta zona es que puedes caminar por todos los alrededores sin necesidad de pagar entrada. Todas las casitas son de estilo japones y los jardines son chulísimos, además puedes caminar por dentro de un bosque de bamboo inmenso. Además en la calle principal, hay un ambiente bastante animado, con puestos de comida y de recuerdos. 
Templo en Gion
Por la tarde, después de una horita de relajación y una buena ducha, seguimos nuestra ruta, para aprovechar al máximo el pase del bus. Nos fuimos a Gion, uno de los barrios más conocidos, ya que es dónde puedes encontrar a las famosas y esquivas Geishas: No os creáis que es tan fácil verlas. Cuando encuentras  alguna  que va sola, va corriendo como si la persiguiera el diablo. Nosotros tuvimos la suerte de verla salir de una "casa de te" , acompañada de varias personas, así que la pobre no pudo escapar del paparazzi Alberto, el terror de las geishas y las novias. Hasta que no le sacó una buena foto, no paró el tio.
Animando al personal
En Gion hay sobretodo dos zonas dónde es más fácil verlas: las callecitas por dónde está el teatro, que están llenas de "restaurantes o salones de te", dónde entretienen a los huéspedes, y Shimbashi st, otra calle preciosa por dónde cruza el río, donde en las terrazas de los restaurantes del primer piso, puedes ver a alguna geisha entreteniendo a una serie de caballeros en kimono. La verdad es que cuando ves una cerca, te quedas maravillado con la ropa, pero casi aún más con los detalles del maquillaje y los peinados: geniales!!
Contentos con nuestra caza, y agotados después de un día larguísimo nos fuimos por fin a descansar, al menos yo, ya que Alberto aún se apuntó con los compañeros de cuarto, a hacerse unos chupitos de sake. Un final perfecto para un día perfecto.

Todaiji
Símbolo de Nara
Nara








Al día siguiente, tomamos un tren hacia Nara (1200Y i/v/p/p). Nada más llegar ya nos sorprendimos con algo que no conocíamos, y es que esta ciudad está repleta de ciervos salvajes que acampan a su aire por cada zona verde, eso sí, estaban un poco hechos polvo. Lo impresionante de Nara, es que puedes visitar toda la ciudad paseando, al menos lo más importante. El recorrido empieza nada más salir de la estación y tienes los 4 o 5 templos más importantes a un tiro de piedra. Sorprende que estos templos son mucho mas grandes e impresionantes si cabe que los de Tokyo. Además están como metidos dentro de la naturaleza, lo que les da mas encanto todavía. Uno de los más impresionantes, sobretodo por su tamaño, es el templo Todaiji, que además es el edificio de madera más grande de todo el mundo, así que ya podéis imaginar que pasada es verlo. Dentro tiene un budha bastante grande, que nosotros no vimos ya que ya hemos visto muchos. Pero sin dudarlo, lo que más nos gustó de todo fue Nigatsu-do, que además de no tener que pagar, tiene una magia que no puedo explicar. El lugar te da como energía y muy buen rollo, además es precioso. Además de los templos, también vale la pena pasear por toda las callecitas de la estación, que tienen muchos puestecitos de recuerdos y comida japonesas.
Nigatsu-do
En los dos siguientes días de Kyoto, nos dedicamos a recorrer las zonas que nos faltaban, viendo templo tras templo. Una zona que es bastante bonita para pasear, sobretodo en primavera, es el "paseo de la filosofía", en el area de Ginjuku. Es un paseo que va bordeando el viejo canal y que está lleno de cerezos (ahora aún en flor, aunque perdiendo ya sus flores).



Para despedirnos de Kyoto, repetimos toda la zona de Gion, que es increíble para perderte entre sus callejuelas. Como no, seguimos a la caza de la geisha, y tuvimos la suerte, de al terminar la función del teatro, encontrarnos justo en un callejón (puerta trasera), por donde todas ellas salen para evitar a la multitud, así que pudimos disfrutar de un pequeño desfile de geishas. Ya os podréis imaginar que al paparazzi Alberto no se le escapó ni una.
Maikos
De vuelta a Tokyo, nos quedaba poco que ver y además la lluvia nos acompañó los dos días, así que aprovechamos para reposar un poco y recuperar fuerzas para nuestro próximo destino.
Varias curiosidades de Japón: 
Para sacar dinero del cajero con tarjeta extranjera, tienes que hacerlo en los cajeros de las oficinas de correo, que las encuentras por todas partes. Es importante llevar cash encima, ya que en la mayoría de lugares no puedes pagar con tarjeta, y en los pocos que puedes no suelen funcionar (al menos nuestras tarjetas).
Otra cosilla, es que en Tokyo, se producen una media de 26 terremotos al día, y ahora que ya no estamos allí y nuestras familias ya no tienen que preocuparse, nosotros tuvimos nuestra primera experiencia en este campo, y es que en nuestro segundo día en Tokyo, se produjo un pequeño temblor que notamos perfectamente. Yo al principio pensaba que sería otra cosa, pero no!!! fue un temblor de 4,4 que hizo que el edificio se tambaleara, menudo acojono al principio, pero luego realmente es algo tan cotidiano y ves que ellos no se preocupan, que al final tu tampoco lo haces, pero tengo que confesar que esa noche dormí algo menos tranquila.
Bueno, simplemente, Japón nos ha encantado, su cultura, sus costumbres, el respeto hacia todo, su gastronomía (no hay que dejar de probar el tacoyaki), en fin todo, es un lugar al que nos encantaría volver algún día. 
Ahora ya hacia el aeropuerto para dirigirnos a nuestro próximo destino: Kuala Lumpur, nos sin antes como siempre un pis....y a volarrrrrrrrrr

17 de abril de 2012

日本へようこそ!! Tokyo; Una ciudad Impresionante


Después de un viaje muyyy largo, con escala eterna en Kuala Lumpur, llegamos por fin al aeropuerto de Haneda, dónde empezada nuestra aventura nipona, y nunca mejor dicho lo de aventura, porque enseguida nos dimos cuenta que aquí el inglés como que no se habla mucho, por lo que entendernos iba a ser algo complicado.

Cogimos un bus que nos habían recomendado: limusine bus (1200Yp/p) unos 12€ ; que nos dejaba en la estación central de Shinyuku, centro de Tokyo, dónde estaba nuestro hostel. Como eran ya mas de las 12 pm y queríamos llegar, nos aventuramos a tomar el metro que tenía parada justo en el Ace Inn (nuestro hostel, 2000Yp/p/noche). La verdad es que el metro es muy sencillo y con el mapa de líneas no hay ninguna perdida, ya que aparte de los nombres, las paradas y líneas están designadas con números y letras de distintos colores, así que nosotros teníamos que llegar a Akebonobashi, línea S03 verde. ¡CHUPAO!.  Reventados del viaje, fuimos directos a dormir y esperar impacientes la llegada del día siguiente para empezar a conocer la ciudad.
Templo Sensoji
Calle Nakamise
Nos levantamos bien prontito, no solo porque queríamos empezar nuestra visita, sino porque aquí amanece mas bien pronto (5:30am) y la luz que entra por las ventanas te despierta enseguida. Así que a antes de las 8 ya estábamos en marcha. Hay que decir que a esa hora la actividad de las calles es frenética, todos dirigiéndose hacia sus trabajos , es como una marea negra que se mueve al unísono, y es que aquí el uniforme oficial de trabajo, sea el que sea, es: traje negro y corbata para ellos y traje con falda mayormente o pantalón para ellas también. Es bueno no tener que estar pensando..¿qué me pongo hoy para ir a trabajar? que para mí al menos siempre es un dilema.
Nuestra primera zona a visitar, el barrio de Asakusa, famoso por sus templos. Nos dirigimos directamente al templo mas importante: Templo Sensoji. Fuimos bordeando el río por un parque dónde pudimos ver los cerezos en flor, ya que justo al principio de la primavera y sólo por unos 15-20 días, estos árboles están en plena flor, dando un aspecto precioso a toda la ciudad. Llegamos a una de las puertas del templo Sensoji, el más  antiguo de Tokyo, y nos quedamos asombrados de la grandeza y solemnidad del templo. Es increíble ver a los japos como ofrecen sus respectos, cada paso es una ceremonia, son personas super respetuosas a todos los niveles, sobretodo en sus costumbres. Alberto, que le encanta toda esta cultura estaba como drogado mirando y haciendo fotos por todos lados. Desde el templo, se abre la calle Nakamise, famosa porque está repleta de puestecitos con todas estas mariconaditas que a los japoneses les gustan tanto: colgantes para los moviles, muñecos de los dibujos japoneses, palillos para el sushi, vamos mil cositas. Lo mejor del paseo es la lluvia de pétalos rosas y blancos de los cerezos que empiezan a perder la flor, precioso.
Celebrando Hanami
De aquí nos dirigimos caminando hacia otro barrio de Japón: Ueno. Por el camino, pasamos por la calle kappabashi, donde todas las tiendas son de utensilios para la cocina. imaginaros a Alberto ahí, quería llevárselo todo para España, menos mal que aún no volvemos, sino me veo cargada.
Llegamos al parque Ueno Onshu, un parque inmenso, dónde se encuentran la mayoría de museos, el zoo, y además hay un paseo, dónde los cerezos están a ambos lados y es allí dónde en estos días celebran "el Hanami", cerezo en flor; dónde todo el mundo se junta con familia o amigos bajo los cerezos a comer y charrar. Incluso las empresas, les dan tardes libres para que sus trabajadores puedan disfrutar con sus familias, es impresionante. También dentro del parque se encuentra el Santuario Toshogu, famoso por tener la linterna de jardín de piedra mas grande de Japón.
Calle eléctrica
De vuelta hacia el hostel y antes de coger el metro, pasamos por la calle eléctrica del Barrio Akihabarra. Es una calle llena de tiendas de electrónica, juegos, música,...,con el añadido de las miles de luces que por la noche hacen que la calle parezca una feria. Bueno, se me olvidaba. Entre barrio y barrio, como no, hicimos nuestra primera parada para probar el deseado SUSHI, y la verdad es que estaba buenísimo. Entramos en un local pequeñito, dónde ni te sientas y tienes tu servicio enfrente, con la soja, te verde si quieres, y un pañuelito húmedo para limpiarte. Eliges lo que quieres y el cocinero te lo prepara directamente: fresco, fresco!!! No está mal para empezar.
Nuestro primer Sushi
Así terminó nuestro primer día, agotados después de la caminata, pero impresionados de la grandeza de Tokyo.
Pescadito fresco
En nuestro segundo día, no tuvimos tanta suerte, ya que estuvo lloviendo todo el día, así que cambiamos un poco los planes y fuimos a visitar el "Mercado del Pescado", supuestamente el mas grande y con mas movimiento de pescado del mundo, pero para verlo tienes que llegar sobre las 5am para ver la venta de pescado y no fue nuestro caso. Lo bueno es que en las calles de alrededor están llenas de puestecitos de ventas de pescado fresco y lo mejor puestos de comida dónde te preparan todo fresco del día. Es mejor ir un día sin lluvia, ya que con el ajetreo de paraguas es muy difícil moverse por las callejuelas tan estrechas. Después directamente a otro sitio cubierto que Alberto tenía muchas ganas de ver; el edificio Sony. Es un edificio de 4 pisos con las últimas novedades de la marca, pero esperábamos mucho más por lo que habíamos leído.
Shinjuku de noche
Como seguía lloviendo, descansamos un poco en el hostel y después dimos un paseo nocturno por las calles del centro. Al ser sábado por la noche, había un ambiente increíble, pero además las calles principales están iluminadas con miles de carteles publicitarios, tipo New York, que hace que aún sea mas chulo. Callejeando, llegamos a una zona (barrio rojo),dónde hay miles de clubs de estriptis japonés, y te intentan convencer para entrar. La verdad, es que lo más curioso del paseo, sin duda es observar a la gente, con miles de estilos diferentes, pero hasta la mas "garrula", lo lleva con tanta gracia, que queda genial. Sobretodo las chicas, a las que les encantan las puntillas, las gasas, las capas superpuestas, es impresionante!!

El tercer día, volvió a acompañarnos el sol, así que teníamos que aprovechar a tope. Nos fuimos bien pronto, caminando hacia la zona de Shunjuku de nuevo, para ver la zona de los rascacieos, dónde se
vistas desde el observatorio
encuentra el edificio del govierno. Un edificio con dos torres con un observatorio cada una, dónde se ve toda la ciudad, y lo mejor de todo es que es totalmente gratuito.Seguimos paseando por la parte moderna, hasta llegar a Yoyogi, otro barrio, en el que hay otro inmenso parque, que como no, tiene un templo precioso. Esta vez tuvimos la gran suerte, de nada mas atravesar la entrada, ver una celebración de boda, con los novios vestido de manera tradicional. Estaban guapísimos, sobretodo la novia, que llevaba un kimono blanco impresionante. Dentro del parque hay una zona, donde hay varios edificios de entrenamientos de artes marciales y otras artes, y volvimos a tener mucha suerte, ya que estaban haciendo una competición de Tiro al arco. Es curioso como para todas las cosas tienen un protocolo o ceremonia, tanto en los movimientos como en la vestimenta para cada arte. Nos encantó!!!






Continuamos hacia Takeshita Street, una calle genial, como de dibujos animados, dónde sobretodo las chicas van vestidas como sus ídolos de los dibujos, es graciosísimo y hay un ambiente increíble y casi no puedes ni caminar. Continuamos, y caminando, caminando, llegamos al cruce mas famoso de Tokyo, un cruce de tres calles y 5 pasos de peatones donde se rodó la escena de Fast & Furios. Es brutal la marabunta de personas que lo cruzan al ponerse los semáforos en verde. 
Volvimos a recargar un poco las pilas al hostel y salimos de nuevo para ver la ciudad de noche, con todas las luces. Decidimos ir hasta casi la otra punta de la ciudad, dónde hay una noria gigante, tipo London's Eye, pero no acababa ahí la cosa de las similitudes, ya que paseando a orillas del río, se veía a lo lejos la Torre Eiffel,  (Torre de Tokyo) pero aún nos sorprendimos mas cuando de repente, se apareció ante nosotros la mismísima Estatua de la Libertad!!!!!! estos japoneses son tremendos. Eso sí las vistas de toda la ciudad iluminada eran preciosas.

Después de una dura jornada nos merecimos una cena fuera de lo normal, con cerveza y todo, jajaja!! 
Nuestro siguiente día lo dedicamos al Palacio Imperial y sus jardines, aunque tuvimos la mala suerte de llegar y estar cerrados, ya que los lunes y viernes no abren a visitantes (cosa que no ponía ni en la lonely planet), así que decidimos atravesar otro gran tramo de ciudad caminando hasta la Torre de Tokyo, una copia de la Torre Eiffel pero para nosotros mas fea que la original, no tiene ni la mitad de magia que la de París. Se puede subir también y ver toda la ciudad, aunque no lo hicimos porque ya subimos al observatorio. A lo tonto, llevábamos casi 20 km caminados, así que nos fuimos agotados a descansar y recuperar fuerzas.
Palacio Imperial
Decidimos volver al día siguiente a ver los jardines de Palacio Imperial, pero nos los imaginábamos más grandes y bonitos,dado la inmensidad de terreno del Palacio, y es que es increíblemente grande. Por fuera, todo el palacio está rodeado de un muro altísimo y después rodeado de un foso con agua, vamos como para poder entrar de estrangis. Es más bonito caminar por fuera, viendo las torres y fosos, y sobretodo pararse en la puerta principal para ver el puente de dos arcos y hacer unas bonitas fotografías. 
Por último, solo nos quedaba ver Ryogoku, el barrio del Sumo, dónde está el estadio y el museo del Sumo, enseguida notas que estás allí, ya que todas las tiendas venden souvenirs, todos relacionados con el sumo. No tuvimos la suerte de ver ningún grandullón merodeando por la zona y en esos días no había competiciones de sumo, otra vez será....
Ahora nos vamos a nuestro siguiente destino, del que todos nos han hablado maravillas, pero eso será más adelante, ahora como siempre, un pis y a tomar nuestro bus..........