Nueva aventura en Bolivia... Desde Potosí y después de 5 horas de autobús local ( incluidas 3 horas viéndole la teta a una boliviana que le daba de mamar a su niño ) llegamos a Uyuni, un pueblecito pequeño desde donde empezábamos nuestra excursión al salar. Nos alojamos en un hotelito que estaba bastante bien ( Sumay Wasy ), lo único es que para variar la mitad de los servicios que ofrecían eran mentira, calefacción, internet, etc... así que después de quejarse Alberto, nos hicieron un 10% de descuento
Al día siguiente por fin, tras juntarnos todo el grupo, 5 chicos belgas, 2 alemanes y nuestras nuevas amigas mejicanas, Silvina, Mónica y Manuela, un beso chicas¡¡¡¡¡¡ Partimos en 2 4x4 a la primera parada el cementerio de trenes. Un sitio curioso donde están los antiguos trenes que gastaban hace 80 años.Después de hacer las respectivas fotitos, nos dirigimos esta vez sí al Salar. Conforme nos íbamos acercando, ya podíamos ver como el paisaje se tornaba blanquito. Una vez dentro, ya casi no teníamos palabras, es todo de un blanco que daña hasta la vista y sobretodo en un día soleado como el que disfrutamos. Esto nos permitió hacer unas fotos chulísimas y curiosas ya que en el salar se pierden un poco las perspectivas.
El salar tiene unos 12000 km de área, es inmenso, y lo raro es que los coches no se pierdan en ese mar de sal. Tras circular un buen rato dentro del salar, llegamos a la Isla del Pescado ( el nombre se lo han dado los turistas, porque cuando te acercas, la isla tiene forma de pez, y cuando el sol refleja en la sal, parece que esté nadando ).Su nombre real Incahuasi.
La isla es una pasada, toda ella está plagada de unos cactus gigantes que te recuerdan el antiguo oeste. Además desde lo alto tienes unas vistas impresionantes del salar rodeado de las montañas. ¡PRECIOSO|
De allí directos a nuestro hotel de sal. Sí sí de sal. Esto no se ni como describirlo. Al principio estaba flipando de donde íbamos a dormir, pero después ya hasta le vimos su encanto, y lo mejor es que no pasamos nada de frío.
En nuestro segundo día empezamos a subir hasta el Altiplano de Lipez, donde aparecían de repente, en medio de un paisaje super seco y casi desértico, numerosas lagunas, llegamos a ver siete diferente,cada cual más bonita y de diferentes colores y llenas de flamencos. BRUTAL¡¡¡ Alcanzamos una altitud de 5000 msnm y el frío y el aire ya empezaba a notarse. Paramos a fotografiar el volcán Ollagüe , un volcán activo donde se puede ver como sale una columna de humo.De allí a nuestra última parada del día; La Laguna Colorada¡¡¡¡¡ esto si que es para flipar. la laguna tiene un color Rojo intensooooooo ( lo producen unas microalgas ), que se mezcla con el blanco de alrededor ( por el sulfato de calcio )y tiene un efecto impresionante. Además hay miles de flamencos y otras aves que completan el encanto del lugar. Lo único que te estropea la visita es que hace un frío horroroso, en serio si tenéis que ir abrigaossss.
Allí en la laguna estaba nuestro segundo alojamiento, por llamarlo de alguna manera. No voy ni a describirlo, sólo decir que no he pasado tanto frío en mi vida.
El último día nos tuvimos que levantar a las 4 de la mañana ( el cielo que contemplamos era alucinante, se podían ver todas las constelaciones, lástima que nosotros no tengamos ni idea de estrellas ), muertos de frío fuimos a ver los Geysers. Da hasta rollo caminar entre todas las salidas de vapor, es impresionante oir con que fuerza e intensidad sale el vapor de la tierra. Chicos en serio IMPRESIONA.
Paramos a desayunar en una laguna, donde hay unas termas naturales con el agua sobre 40º donde podíamos bañarnos, pero teníamos aún tanto frío que no nos atrevimos por miedo a congelarnos después.
Nuestra última visita, ya casi en la frontera con Chile, era la Laguna Verde, rodeada de montañas y volcanes ( Licancabur ). Fue una pena no poder ver el color verde intenso que se forma cuando el aire al mover el agua, hace que los minerales ricos en magnesio que contiene el fondo se mezclen dando este color. la mejor hora para verlo es a mediodía, así que si alguien quiere verlo es mejor hacer el tour al revés, empezando desde Tupiza.
La vuelta a Uyuni fue un poco pesada por las horas seguidas de coche, pero las llevamos mejor conversando y durmiendo a ratiillos, o como digo yo, descansando la vista.
Llegamos a Uyuni a tiempo de cenar antes de coger el tren hacia Villazón. Cenamos en el Hotel Toñito con nuestras amigas las mejicanas, PIZZA DE LLAMA AL PESTO¡¡¡¡¡¡ sugerencia de Mónica, y a pesar de que suena regular, por la mezcla, estaba buenísima. Gracias Mónica¡ Si alguien decide ir a Uyuni este hotel está fenomenal, con sitio para cenar, calentito, limpio, vamos perfecto para lo que hay allí.
Tras despedirnos de las chicas, esperamos nuestro tren, en el que pasamos 8 horas durmiendo como angelitos. una vez en Villazón ( frontera con Argentina ) al ver que no nos ofrecía mucho, decidimos cruzar la frontera y coger ya en La Quiaca ( Argentina ) un bus a Salta para descansar unos días.
Os resultará extraño la falta de fotos de esta aventura.....las hay o mejor dicho había, hasta que un desalmado decidió quitarnos el sobrepeso de nuestras mochilas de mano, en un descuido mio dentro del bus hacia Salta, donde estaban además de nuestras cámaras, dinero, tarjetas, pasaporte, en fin todo¡¡¡¡¡ así que cuando consigamos algunas fotos de Silvina o Mónica ( chicas si leeis este post mandarnos alguna fotillo del tour ), ya las pondremos. Ahora tras haber llorado durante todo el día, solo me queda olvidar ( aunque la rabia y la impotencia me puede y vuelvo a hacer pucheritos cuando lo recuerdo ) y retomar la ilusión del viaje. Así que un pis y a dormir para esperar un día mejor¡¡¡¡¡¡ SNIFF, SNIFF
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