Nueva aventura, que esperábamos con mucha ansia...visitar las cataratas del Iguazú.
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Primeras vistas de las cataratas |
Llegamos de nuevo tras un viaje laaaargo de autobus, que no se nos hizo nada pesado, ayudó mucho los paisajes que íbamos viendo y la comodidad del bus, en el que prácticamente estábamos solitos.
Nos alojamos en el hostel internacional que está en el km 5, a las afueras de la ciudad, pero que vale la pena totalmente. Es un sitio chulísimo con piscina, terracitas, un hall amplio, en fin, perfecto...además las habitaciones están bastante limpias y amplias.
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Hito de las 3 fronteras |
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Nuestro hostel en Iguazú |
Tras acomodarnos nos fuimos a caminar por el centro ( se coge un bus en la misma puerta del hostel y se paga solo 2 pesos ), el pueblo es pequeñito y se recorre en poco tiempo. Mientras paseábamos nos encontramos con Joan, el chico de Barcelona que conocimos en Salta y seguimos juntos el paseo. Fuimos hasta las Tres Fronteras, un lugar a 15 minutos andando donde se ve Brasil, Paraguay y Argentina en un punto que cruza el río Iguazú y el Paraná. Es un sitio bastante curioso que vale la pena conocer.
A la vuelta al hostel tuvimos una nueva sorpresa, Michel el señor francés de Salta, también estaba allí, así que volvimos a juntarnos los 4. Michel es un hombre bastante peculiar y aunque solo habla francés, tiene un don para conocer gente, así que cuando nos dimos cuenta ya éramos 5 en el grupo, la nueva adquisición, Remy, otro chico francés que viajaba solo también.
Al día siguiente nos fuimos todos a las cataratas, con el mismo bus, pero pagando 10 pesos. Vale la pena llegar pronto al parque natural, ya que no solo se visitan las cataratas sino que puedes caminar por diferentes senderos en plena selva. Nosotros empezamos haciendo el camino inferior, un paseo impresionante en el que empiezas a ver diferentes saltos de agua preciosos, y poco a poco, conforme te acercas se va escuchando el ruido cada vez mas imponente de las cataratas principales. Cuando las ves por primera vez, uff son brutales!!! te quedas un momento sin saber que decir, y cuando consigues recuperarte vienen otras aún mas impresionantes, así que a partir de ahí te quedas durante horas con una cara de atontao super graciosa.
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Antes de mojarnos |
Tras el paseo inferior venía la gran aventura, una lancha motora que te llevaba prácticamente debajo de la catarata, no os imagináis la chopada que te das, pero vale la pena, cae el agua con tanta fuerza que no puedes mirar hacia el agua porque te golpea de lleno. Chicos super divertido!!!!!
Esto vale la pena hacerlo pronto por la mañana para que la ropa vaya secándose, ya que es cuando mas pega el sol. Así mojaditos, empezamos el camino superior que te permite ver donde nacen las cascadas. Es un paseo más corto y te permite otra perspectiva de todas las cataratas.
Tras un breve descanso para reponer fuerzas ( si podéis llevaros comida mejor ), nos visitaron los amigos COATIES, un animalillo que si te descuidas te quita el almuerzo rápidamente, como le pasó a nuestra vecina de mesa ¡Que risaaa!. Aprovechando que era la hora de comer ( para coger menos gente ), fuimos hacia la Garganta del Diablo con un trenecito que te deja al principio del paseo. Una caminata por unas pasarelas bastante estrechas en las que vas atravesando el inmenso río que alimenta las cataratas. Tras un kilómetro se llega por fin a la Garganta, donde el agua cae de una manera impresionante, el ruido y vapor de agua es como una droga que te engancha. Puedes estar mirándolas horas y horas. ¡ BRUTAL !
Reventados de andar todo el día, aún nos quedaban fuerzas para hacer un último esfuerzo, una caminata de 6 kilómetros por el "Sendero Macuco" hasta un nuevo salto de agua donde la gente se bañaba y todo.
Terminamos el día casi 9 horas después, agotados, pero con una sonrisa en la boca.
Para terminar un gran día, Alberto nos hizo tortilla de patatas, estaba buenísima!!!! hizo una individual para cada uno de los 5, nuestros nuevos amigos estaban encantados. Buena comida, buena compañía, un final perfecto para un día perfecto.
Al día siguiente decidimos aprovechar la piscina y el día maravilloso que salió y estuvimos bañándonos y tomando el sol toda la mañana. De verdad que el hostel vale mucho la pena.
En nuestra última noche y tras aumentar el grupo con 4 chicas que para variar conoció Michel, nos fuimos al pueblo a cenar, unas pizzas que eran enormes ( el doble de las que te ponen en España ). El grupo era bastante peculiar, dos holandesas, una inglesa, una francesa, Michel y Remy franceses y Joan y nosotros como españoles, así que imaginar el jaleo de idiomas ( no todos hablaban inglés....Que mareo ).
A la mañana siguiente nos queríamos ir hacia Buenos Aires, pero el autobús salía a las 2 y no habíamos recibido la carta con las tarjetas de crédito, ya dábamos por hecho que nos quedábamos un día más, cuando apareció el cartero casi a las 12, casi le beso de la alegría. Mas que darme la carta, se la arranqué de las manos de la emoción. Así que de nuevo volvimos a partir juntos "Los hermanos Dalton: Joan, Michel, Alberto y yo ) rumbo a Buenos Airessssss.
Pero por ahora, solo deciros, Un pis y al bus.