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3 de marzo de 2012

Un largo camino: Ayer's Rock & Kangaroo Island

...carromato

Después de mucho quebradero de cabeza, ya que no sabíamos como hacer este tour para que cuadrara mejor con nuestro  presupuesto, decidimos alquilar una mini campervan, es decir: un coche con la tienda de campaña en el techo,¿…?  ahora mismo os lo enseño. Aún así el presupuesto se fue al carajo, pero es la única manera de ver las cosas que queremos.
Nuestro primer kanguro...vivo!!!
Emus cruzando la carretera
Teníamos por delante más de 1500 km sólo de ida, para ver esa roca sagrada, tan valorada por aquí. Nuestra primera parada fue en Flinders National Park, dónde tuvimos que desviarnos un poquito de nuestra ruta (unos 300 km), nos se si lo volvería a hacer, ya que no tuvimos tiempo de ver realmente el parque (esta sobre un cráter enorme de un meteorito), pero que nos sirvió al menos para  tener un mini safari de kanguros. Es cierto que los dos primeros los vimos muertos en la carretera (ya nos lo había avisado mucha gente), pero después empezamos a ver un montón de ellos de todos los tamaños y colores. Lo curioso es que están justo al borde de la carretera, como esperando a cruzar justo cuando pasan los coches, están atontaos, pero es chulísimo verlos. De hecho se nos cruzaron tres caminando tranquilamente. La verdad es que no le tienen mucho miedo a los coches, y a no ser que te pares a hacerles una foto, los tios ni se mueven…un poco perracos si que son. Pero por fin pudimos verlos en libertad, menos mal, porque el resto del viaje no volvimos a ver ninguno. Tanto miedo a todos los animales que nos podíamos encontrar en el desierto y solo hemos visto Kanguros, Emus, algún zorro y poco más, pero de serpientes y lagartos (famosos en el territorio norte), nada de nada. No se si estoy desilusionada o contenta, aún lo tengo que meditar, jajaja.
Entrada a hostel en Coober Pedy
Tras la primera noche y antes de llegar a nuestro destino, hicimos una parada corta en Coober Pedy, un pueblo minero de ópalos, donde hacía un calor de morirse, más de 40º, horrible, normal que todos los hoteles que hay por allí sean subterráneos, aprovechando minas antiguas. Aquí pudimos ver un montón de aborígenes, aunque daba un poquito de pena, verlos bebiendo y tirados en la sombra.
Hay que tener cuidado con la gasolina, ya que quedarse en medio del desierto tirados sin gasolina y con ese calor, no debe de ser nada agradable. Lo chungo es que conforme vas subiendo hacia el norte, la gasolina va subiendo también hasta precios desorbitantes (mas de 60c de diferencia).
Otra cosa curiosa, es para variar, los sitios donde dormir en camper, aquí es más fácil, puedes pagar en un caravan park o puedes dormir en algún rest area, que hay miles, eso sí. Lo de dormir está más difícil, ya que entre el ruido de los miles de animales, pájaros, y camiones (que aquí son triples y hacen un ruido increíble), la cosa está bastante chunga…pero ¿quién necesita dormir????????
Por fin llegamos a nuestro destino, donde pagamos 25$/pp para entrar 3 días seguidos al parque, y es que hay mucho que ver y que andar, para el que se atreva.

Las Olgas
Fuimos primero a ver Las Olgas, un conjunto rocoso de un color rojizo increíble y de unas dimensiones impresionantes, y eso en medio del desierto. Decidimos hacer la ruta larga, 7,5km de distancia a recorrer en 3 horas, con un calor de unos 33º. Dios!!!! A quién se le ha ocurrido esta idea, a mi seguro!!!!. Después de andar una hora y media yo estaba muerta de calor, y es que ya te avisan que hagas las caminatas antes de las doce, y nosotros ni Puto caso, a las 12 del mediodía con todo el solazo. Así que después de recorrer la mitad del camino (lo bonito tranquilos), nos volvimos a recuperarnos y comer un poquito, cosa difícil por la cantidad de moscas que se te meten por todas partes ¡que cansinas!. Al final no querías ni salir del coche. Pero bueno las vistas desde los tres puntos posibles son preciosas y se puede ver la magnitud de las roquitas.
Uluru

El siguiente punto era ya por fin ¡ULURU!, que tantas ganas tenía Alberto de ver, y que realmente hay que verlo. ¿Cómo ha llegado una roca de esas dimensiones a aparecer en medio de la nada?. Es increíble. Tiene un color rojo precioso, al igual que toda la tierra del norte, y tiene unas formaciones y grietas impresionantes. Puedes hacer varios paseos por la base, pero como ya os he dicho, con el calor que después apretaba mas aún, lo hicimos desde nuestro precioso coche con aire acondicionado, eso sí bajábamos a hacer lo imprescindible a pie. A la gente que le guste andar por la montaña, con 40º, moscas y serpientes, la verdad es que puede pasar unos ratos increíbles, pero para nosotros así ha sido suficiente.
Por supuesto no nos hemos perdido ni la puesta de sol ni el amanecer en Uluru, aunque tuvimos mala suerte y por la noche estaba algo nublado y no se apreció tanto los cambios de color, pero fue mágico, sobretodo el amanecer, con una tranquilidad brutal (a las 6 am ya estábamos todos preparados para darle los buenos días al sol).
Puesta de sol
Amanecer
Ahora, sólo nos quedaba conducir unas 15 horas o mas para llegar hasta nuestro próximo destino: Kangaroo Island, que prometía mucho también.


Celebrando
el 5º mes del viaje
Después de conducir todo el día, dormimos como pudimos en un rest área cerca de nuestro destino y aprovechamos para ir a McLaren Valley, una zona vinícola que nos decía a gritos que nos tomáramos un "break" para probar unos vinitos. Y aprovechando que hacíamos justo 5 meses desde que salimos de Valencia, decidimos celebrarlo con una botellita de vino y unos quesitos, después de catar todos los vinos que pudimos. Fué perfecto después de la panzada a conducir del día anterior. Con el cuerpo y mente renovados fuimos a coger el ferry hacia Kangaroo Island, una isla impresionante que nos ha encantado, a pesar de no haber disfrutado de sus playas por culpa del clima.
Stokes Bay
Teníamos 3 días por delante para conocer toda la isla, así que empezamos por el norte. No hay que perderse Emu Bay y sobretodo Stokes Bay que para nosotros ha sido una de las mejores playas de la isla. Aquí las playas se caracterizan porque tienen una arena blanquísima, lo que ya hace que sea precioso. La capital Kingscote es curiosa sobretodo por la cantidad de pelícanos que se puedes ver en el puerto esperando a que los pescadores les den de
Seal Bay
comer. Seguimos por el sur, dónde es imperativo ver Admirals Arch, un arco natural desde dónde se pueden ver cantidad de leones marinos en plena actividad, es chulísimo. Pero para ver a estos animales más de cerca, fuimos a Seal Bay, dónde entras a la playa y ahí están todos, reposando después de tres días intensos sin descansar consiguiendo comida en el mar. Es increíble la experiéncia y nos encantó, aunque como todo aquí, es algo carillo. Bueno por supuesto hemos visto una cantidad considerable de kanguros, de los dos tipos que hay en la isla, y por fin, el ansiado Koala, que es bastante más difícil de ver. Nosotros tuvimos la suerte de verlo en un árbol en Vivonne Bay dónde pasamos la noche (también allí se acercaron varios kanguros por la noche para ver si le caía algo de comer, jajaja).
La mancha es el Koala
Bueno, la verdad es que la isla merece mucho la pena, y si el tiempo acompaña, hay un montón de playas
preciosas dónde relajarse y disfrutar del sol, cosa que nosotros llevamos ya un tiempecito sin hacer.
La única parte negativa (mas o menos), ha sido de nuevo "el dormir", aunque la tienda del coche no era del todo incómoda, nos ha sido imposible dormir una noche entera por diferentes razones: el ruido de los camiones que parecían reactores, el ruido de diferentes animalillos (o eso creemos) rondando la tienda, el calor,  pero sobretodo el viento horrible que nos ha hecho toda la semana. Parecía que íbamos a despegar de la tienda, además hasta casi el último día no averiguamos como se tensaba bien la tienda, así que aún más ruido, por no hablar del día de lluvia intensa en el que nos entró agua dentro a mitad noche y menuda odisea, en fin aventurillas de estas que pasan día a día. Así que realmente necesitamos una cama ¡¡YA!!.
En las carreras!!!
Ya de vuelta en Adelaide, para dejar el coche y pasar el finde con Cameron, nos llevamos la sorpresa de que no había ni un solo lugar dónde poder dormir el fin de semana, ya que había tres festivales en la ciudad, así que tuvimos que dejar la paella que pensábamos hacer el domingo y buscar un avión para seguir camino. El problema seguía siendo el viernes noche... ¿Dónde dormimossss?????????? Solución: Nos fuimos a ver las carreras de V8 que duraban todo el día, incluido concierto hasta las 11 de la noche, y de ahí a los Gardens, dónde seguimos la fiesta hasta las 3 de la mañana (por cierto, que me perdonen los australianos pero tienen un ritmo bastante extraño, mira que es difícil moverse tan al descompás, jajaja). Taxi al aeropuerto, que abría a las 4am,  y esperar a nuestro vuelo de las 10:25 am hacia Townsville. Un día completito verdad????.
Así que aquí estoy yo ahora, en el aeropuerto escribiendo el blog mientras Alber da una cabezadita. Quién decía que la vida del viajero no era agotadora???????. Necesito unas vacaciones, una cama y dormir durante 2 díassss.... que es lo que precisamente vamos a hacer en nuestro próximo destino...RELAJARNOS!!!!!!!
Ahora ya sabéis chicos, un pis y a esperar....el vuelo.

28 de febrero de 2012

Adelaide: All is possible!!

Con nuestro amigo Cameron en Adelaide
¡¡ fiesta!!
Bueno,  bueno, menudos 5 días completos en Adelaide. Antes de nada tenemos que agradecer a nuestro amigo  Cameron, la hospitalidad que hemos recibido por parte de su familia, que nos acogió en su casa el fin de semana y nos enseñó cómo viven de bien por aquí, disfrutando la playa, la tranquilidad y las zonas verdes. También gracias a Roseta, que hace couch surfing y nos alojó en su casa hasta el miércoles que partimos. Pero sobretodo a Cameron y sus amigos que nos han hecho pasar un finde genial a la vez que agotador. Pero vamos por partes, después de un viaje horroroso de 10 horas desde Melbourne, de noche y sin poder dormir, llegamos a Adelaide a las 6 am , tras hacer tiempo, fuimos a casa de Cameron, donde nos esperaba su madre. Con nuestro inglés logramos entendernos, y fuimos a ver el puerto y alrededores. Tras un pequeño picoteo, estilo español, fuimos a casa de su primo Rusty, un tipo increíble y curioso, con el que disfrutamos una noche de fiesta perfecta, ya podéis ver en las fotos que la cosa empezó fuerte. La verdad es que todos nos han recibido genial, cosa que agradecemos. Desde allí directos a inaugurar las fiestas de Adelaide a “ Gardens” donde durante 4 semanas puedes disfrutar de actuaciones y todo tipo de diversión…¡increíble!  De esta noche salió nuestro lema “Adelaide It’s possible”, ya  que al final logramos todos entendernos, eso sí, ayudados por las cantidades de vino y cerveza que bebimos a lo largo de toda la noche, lo cual ayuda bastante, jajaja. La verdad es que acabamos la noche muertos no solo por la bebida, sino porque estábamos  todo el rato concentrados en intentar descifrar que nos estaban diciendo…PERO LO CONSEGUIMOS.
Tour de cervezas en Adelaide Hills

Con Wello, Lauren y los demas
Y esto no acaba aquí, después de acostarnos ni se sabe cuando, al día siguiente teníamos tour de cervezas por Adelaide Hills , con los amigos del curro de Cameron. Empezamos calladitos y tímidos ( no entendíamos nada), pero sólo hasta la primera parada. Tras tocarme una pinta gratis en el sorteo del bus (chica con suerte) y después de las que nos bebimos después (que no fueron pocas), éramos dos más del grupo, hablando el mismo idioma, con algunas pequeñas diferencias lingüísticas, eso sí!! Cuando no entendíamos algo, la frase universal de Alber: “ Fuck you”. Como os imagináis acabamos todos, australianos y españoles, super pedos, y la fiesta duró hasta las 11 de la noche. ¡¡ Un día perfecto!! De verdad vuelvo a decir que Cameron y en este caso Wello y Lauren, fueron encantadores con nosotros, y desde aquí les vuelvo a agradecer lo bien que nos trataron.
Menos mal que al día siguiente tuvimos un día tranquilo en el que pudimos disfrutar de la playa y de un día de pic-nic. Aún así nosotros dos estábamos muertos, después de tantos días de desentreno. Nos ayudó a recuperarnos un poquito la barbacoa que nos prepararon los padres de Cameron.
De picnic
El domingo por la noche nos fuimos a dormir a casa de Roseta, una amiga de Cameron, que además hace couch surfing, y que nos alojó durante tres días. La pena es que no hemos podido compartir mucho con ella, ya que es una chica muy ocupada. Pero desde aquí queremos darle las gracias por su hospitalidad y por abrirnos su casa. Esperamos poder compartir algo más de tiempo el próximo domingo. La verdad es que esos últimos tres días los dedicamos a pasear un poquito por Adelaide centro y a recuperarnos del intenso fin de semana. Bueno, tuvimos fuerzas para cenar el martes en el barrio chino, para despedirnos de nuestros fantásticos nuevos amigos de Adelaide, aunque sólo se han librado de nosotros por 10 días, ya que después volvemos a dar más guerra y de paso sorprenderles con alguna comida española, de esas que Alber hace tan bien.
Ahora nos vamos de aventura al desierto Australiano, a ver Ayers Rock, no se, si estar contenta o acojonada  (en mi caso), por lo que podamos encontrar por el camino, pero eso ya os lo contaremos en la próxima aventura que será muy pronto. Ahora ya sabéis como siempre un pis y ….”ALL IS POSSIBLE”.

13 de febrero de 2012

Amor a primera vista

Vistas desde Botanic Gardens
Bueno, bueno, bueno,...esto ha sido amor a primera vista para Alberto. Y es que Melbourne nos parece una ciudad increíble, de esas en la que podríamos pensar en vivir, y eso que sólo llevamos unos días. Nuestro primer día por aquí fue más que tranquilo, ya que después de casi un día entero en el aeropuerto (sin dormir nada), llegamos muertos y sólo fuimos capaces de dar un pequeñísimo paseo, pero la cosa prometía.
Free Tram
Para empezar, cuando empezamos nuestro tour por la ciudad, descubrimos que hay un bus y un tranvía "FREE", que recorre todos los puntos interesantes de la ciudad, así que la mejor manera para recorrerla todita, es bajar en cada uno de ellos y luego patear la zona.
Es un puntazo y además te ahorras una pasta y no te cansas tanto. La verdad es que no hay que perderse nada. Pero lo que más nos ha gustado, vamos nos ha enamorado, es todo este ambiente multicultural que se vive por la calle. Es increíble la cantidad de personas (sobretodo orientales) que se ven a todas horas por las calles. Mola muchísimo sentarse y ver pasar a la gente y observar simplemente como van vestidos, y es que, como en Londres o Nueva York, aquí vale todo, lo que lo hace aún más interesante. La oferta cultural es también increíble, siempre encuentras algún festival o actuación en directo con el que pasar una buena velada (nosotros pudimos ver el festival aborigen y el festival japonés). 
Otra cosa que nos encanta y que aquí hay para aburrir, son los mercados. Cada fin de semana hay más de 10 mercados diferentes donde elegir, incluso entre semana, encuentras mercados nocturnos con música en directo, es genial. Nosotros estábamos al lado de Queen Victoria Market, un mercado enorme donde puedes encontrar cualquier cosa que puedas imaginar (juguetes, ropa, comida fresca de toda clase....), está genial y los domingos además hay música en vivo.
Otra zona que nos ha encantado personalmente a nosotros que somos de "ese rollito", es la zona cerca de Fed Square, dónde hay unas callecitas llenas de bares y locales para tomar algo, y a diferencia de New Zealand, aquí están repletos de gente, SIIIIIII, aquí la gente sale de casa y disfruta a tope. Entenderéis ahora porque es un lugar que nos ha encantado. Lo único regular es que la bebida es mas bien cara: una pinta 10$, ¡¡ así no hay quien beba!!.
El tema alojamiento tampoco es barato. Nosotros nos hemos alojado en el Hotel Discovery (29$/pp en habitación de 6), con desayuno y wifi incluido. Para lo que luego vimos por ahí estaba bastante bien. Podéis imaginar la poca vida matrimonial que estamos haciendo estos días, jajaja....
Nos quedan aún un par de días por aquí antes de ir a Adelaide, dónde nuestro amigo Cameron nos tiene preparado un fin de semana muy interesante, así que estamos impacientes, pero eso ya os lo contaremos... de momento un pis y ......
Aquí va una muestra de algunas fotitos curiosas.

Ethiad stadium


Puesto en
 Queen Victoria Market
La vaca iba volando hasta que se estrelló





Macetero callejero


Calle llena de graffitis
Ultima moda en Melbourne

 
                                         Fashion Street


9 de febrero de 2012

Verde, verde y más verde. De vuelta...

Verde, verde y vacassssss

De vuelta hacia Auckland..., hemos vuelto por la costa oeste y hemos atravesado ciudades similares a las ya vistas, así que no voy a detallarlas una por una. Lo que si es impresionante es como todo a nuestro alrededor es verde, verde y más verde, por dónde mires. Normal que sea el país dónde hay más ovejas, vacas, y caballos. De todo este trayecto, destacaría Wanganui, a orillas del río y que si conduces bordeándolo, puedes disfrutar de unas vistas impresionantes.
Bridal Veil Falls
Wanganui
Waitomo, célebre por sus cuevas, en las que puedes hacer desde rapeles hasta rafting, pero que tienswe unos precios tan desorbitados que es imposible poder hacerlas (200$/pp). Pero sin duda, el sitio que más nos ha gustado de este trayecto, es Raglan, una ciudad pequeñita, en la desembocadura del río al mar de Tasmania. Las vistas son increíbles, y las playas de arena negra perfectas para pasear, si el tiempo acompaña (que no ha sido nuestro caso). Además tiene un ambiente surfero perfecto. También tiene cerca unas cataratas (bridal veil falls), vale la pena visitarlas ya que tienen unas vistas increíbles.
Una de las cosas que también nos sorprende, es como cambia el paisaje en cuestión de segundos, puedes ir circulando por carreteras donde no hay nada y de repente tras una curva meterte en un bosque de vegetación super densa y al segundo ir circulando entre montañas, es increíble!!!
Bosque en Te Kuiti
Respecto a los sitios dónde dormir, hemos tenido de todo un poco, a veces las guías nos mandaban a lugares perdidos por ahí, lejos de todo, dónde no se veía ni un alma, así que hemos ido improvisando (gracias a Alber), y nos ha salido bastante bien. En Te Kuiti, encontramos una reserva para dormir, un sitio chulísimo dónde pudimos hacer una mini excursión por dentro de un bosque húmedo y precioso, para ver unas cascadas, además de poder disfrutar de unas patatitas asadas que nos hicimos en las barbacoas que había en la reserva. Lo único malo de todos estos sitios, era encontrar un sitio dónde poder ducharse, no es tan fácil. De hecho, acabamos duchándonos en la piscina pública (menos mal que Alber no tiene vergüenza, porque yo aún estaría usando las toallitas húmedas). De todas maneras al final hemos tenido que dormir en holidays parks y pagar porque no es tan fácil encontrar sitios gratis y decentes.
Una de las cosas que más nos están sorprendiendo de todos los neozelandeses, es que ¡¡van descalzos!! a todas partes: al colegio, por la calle, por la montaña... la verdad es que se ahorran una pasta en calzado, es brutal y súper curioso. Los niños se acostumbran ya de pequeños, supongo para que se les vaya endureciendo la piel y haciendo callo, jajaja.
De picnic en Auckland Domain
Para nosotros lo mejor ha sido volver a Auckland y poder estar unos días más, sobretodo para ver gente, ya que mientras hemos ido visitando todas estas ciudades del norte, nos ha dado la impresión de que estaban vacías, no sabemos dónde estaría la gente, pero por las calles no se veía un alma, por no decir que las tiendas e incluso bares cerraban a las 5, así que nos daba poca opción para hacer nada. Cuando llegamos a Aucklnad todo el entorno cambió, un montón de gente paseando por las calles, los parque llenos, vamos que necesitábamos ya ese rollito de ciudad que tanto le gusta a Alber. Visitamos el mercado La Cigale, un mercado de aire francés, con cantidad de puestos de comida, incluso uno de paella (que no nos atrevimos a probar), dónde aprovechamos a comprar pan de verdad para nuestro picnic en el parque, dónde disfrutamos de música jazz en directo. La gente adora estos acontecimientos y van más que preparados con sus mantas, sus sillas, …hasta champagne, mola muchísimo formar parte de ese buen ambiente. Para completar un día muy bueno, fuimos a Albert Park, dónde tuvimos la suerte de ver como celebran el año nuevo (el año del dragón)los miles de chinos y asiáticos que hay en esta ciudad. Fue chulísimo!!!
Año chino en Alber Park
Todo el parque estaba decorado con farolillos de colores y linternas de todas las formas y animales imaginables, además de actuaciones en directo. La verdad es que disfrutamos a tope, sobretodo Alber que adora el mundo oriental.
Otro día, aprovechando que era fiesta nacional y estaba todo cerrado, fuimos al zoo (22$/pp), para poder ver por fin un kiwi, no podíamos irnos de New Zealand si ver al menos uno (en libertad es casi imposible verlo). El zoo es bastante grande y pasamos gran parte del día allí disfrutando de los animalillos que a mi me gustan tanto.
Volvimos al city center para ir a la galería de arte (una de las pocas cosas que entras gratis), y pasamos el resto del día viendo cuadros que no entendíamos y arte moderno que aún entendíamos menos, pero había otras cosas que nos encantaron, como el edificio que por dentro es chulísimo.

Mt. Edén
Para acabar con esta ciudad que tanto nos ha gustado (a Alber la que más le ha gustado de momento), fuimos a pasear por Parnell village, una zona moderna con muchos barecitos y tiendas metidas entre callejones, y después a disfrutar de las vistas de toda la ciudad desde Mt Edén, una montaña de origen volcánico con un cráter enorme en su cima, y desde dónde se puede ver todo Auckland, un final perfecto para despedirnos.

Tenemos que decir (y nos ha servido de experiencia), que tantos días en campervan nos han parecido demasiados, añadiendo además que como no se puede dormir en cualquier parte y no hay servicios adecuados para poder ducharte, tienes que pagar de nuevo para dormir en un holiday park o similar. Otra cosa medio negativa, es que no te relacionas mucho con la gente, así que no hemos podido practicar mucho el idioma. Pero creemos también que es la única forma si quieres conocer y visitar los máximos lugares posibles.
De todo el norte, Alberto se queda sin lugar a dudas con Auckland y yo me quedo con la zona de Coromandel y la zona geotérmica que me pareció algo impresionante.
Ahora entramos en una de las etapas que más ganas teníamos que llegara: nos vamos a Australia, un sitio al que siempre habíamos soñado con ir, y que tenemos la intención de conocer lo más profundamente posible.
Ahora sólo nos quedan unas 15 horas en el aeropuerto, un pis…. Y a volarrrrr

30 de enero de 2012

Palmerston North, Martinborough & Wellington

Empieza nuestro 3er tramo...
Nuestra primera parada fue en Palmerston North, una ciudad algo más grande que el resto, pero de nuevo nos da la sensación de que está vacía. Supongo que esta tiene la excusa que es ciudad de estudiantes y ahora están de vacaciones. Lo primero que nos ha sorprendido, es que por fin hay wifi gratis en toda la plaza, genial!!!
Detalle de Palmerston
Hemos tenido la mala suerte de llegar un día que no hay ninguna actividad, ya que suele haber mercados, música, pero nosotros nos tenemos que conformar con pasear. Lo que más nos ha gustado por encima de todo, es la biblioteca. Es impresionante!! es diferente a todas las que hemos visto, es más como una galería, con distintas zonas, dónde puedes desde ver la tele, hasta hacer cookies (amas de casa) o tocar el piano. Nosotros aprovechamos para escribir blog, subir fotos y relajarnos un ratito.
Después de nuevo a buscar como todos los días un lugar dónde poder aparcar y dormir que fuera gratis. lo encontramos en Masterton, en pleno parque natural, de nuevo, con los pajaritos y el río. Vamos! igualito a los lugares dónde me decía mi padre que paráramos a dormir.
vendiendo pasteles
Seguimos camino, pasando por pueblecitos chulísimos como Carterton, dónde las mujeres vendían sus pasteles en la calle y varios ¡garage sale!, típico también por estos parajes. La verdad es que os estamos dando cuenta que estos neozelandeses, son mucho de antigüedades y de trastos viejos.
La parada que más nos gustó, de todo el tramo fue sin lugar a dudas. Martinborough, zona de vinos por excelencia. Ya ves nada más entrar en la ciudad, que estas rodeado de viñedos. Hay tours organizados que te llevan a conocer algunas bodegas, o gente que alquila bicis para hacer la ruta (las bodegas están muy cerquita de la ciudad).
wine center in Martinborough
De cata
Nosotros nos agenciamos un mapa con la situación de las bodegas y empezamos nuestra ruta. La 1ª visita fue Vynfields, dónde empezamos fuerte catando 8 vinos diferentes por 5$/pp , explicación incluída, aunque todo, todo, como que no lo entendíamos, jajaja. A la 2ª (ya fuimos con sonrisita en la boca), fue Haythorwaite, dónde todos sus vinos se llamaban como los miembros de la familia. como no, había unos con Susan, que tuvimos que probar, y hasta compramos una botella (la sangre llama). 
La última, (porque ya íbamos más bien tocaos), fue Martinborough Vineyard, que tenía el premio al mejor pinot noir del mundo, y dónde probamos de nuevo 6 o 7 vinos. La verdad es que esto de beber vinito, es un peligro, ya que tuvimos que comprar unos quesitos para acompañar las 2 botellas que compramos, y al final hicimos un roto terrible en nuestro presupuesto O-((, pero valió la pena, porque pasamos un día muy divertido.
Nuestro último destino de este tramo fue Wellington, capital de New Zealand, y la más al sur de la isla norte. 
Civic square, Wellington
La ciudad tiene zonas muy interesantes que no hay que perderse, como toda la zona del puerto, dónde ponen mercado los fines de semana y tiene muchos cafés y bares para relajarte un ratito. El domingo, hay un mercado de verduras, que tiene la curiosidad que los vendedores son todos chinos (están en todas partes). 
Museo Te Papa
Cerca del puerto está el museo Te Papa, un museo de entrada gratuita, que es grandísimo y bastante completo para no tener que pagar. Otra zona que está bien para la gente amante de los jardines, es Rose Garden, en la parte alta de la ciudad, a la que puedes llegar con el cable car, que no es muy caro (6$/pp/i/v).
Las vistas desde allí arriba no están nada mal. Una de las mejores zonas es la civic square, dónde se encuentra la biblioteca, el i-site, vale la pena visitarla (wifi gratis también). Cerca de la plaza, también está una de las calles más concurridas de la ciudad, dónde hay cantidad de tiendas y bares que están abiertos incluso el domingo.
Lo que no hay que perderse es El Parlamento, es un edificio impresionante, súper bien cuidado y limpio. Hay tours guiados (gratis) que te llevan por todos los rincones, enseñándote las salas dónde se reúnen los ministros, dónde vota, la biblioteca, etc... vale la pena, pero es mejor ir un día entre semana para ver a la gente en acción, ya que los domingos no hay ni Dios!!!

Parlamento
 Tenemos que decir que a nosotros como ciudad grande, nos gusta más Auckland que Wellington. Igual es porque al ser domingo no hemos visto la ciudad en pleno movimiento, pero en general nos ha parecido una ciudad demasiado tranquila.
Ahora empieza de nuevo la subida hacia Auckland por la costa oeste. Nos quedan aún casi 10 días para disfrutar de estos parajes. Ahora toca descansar, hacer de nuevo la cama (a Alber que no le gusta mucho, se está hartando de hacer y deshacer camas, pobre), un pis y ...hasta la próxima aventura.


27 de enero de 2012

Rotorua, Taupo y P.N.Tongariro

Matamata 

Frescos y duchaditos (tenemos que aprovechar todas las duchas que encontramos), decidimos ir hacia Matamata, dónde se rodó la película el hobbit, aunque teníamos sospechas respecto al precio que iba a costar, y así fue. Para ver las 2 o 3 casitas que quedan de los hobbits y luego tour por la granja (que a nosotros no nos interesaba mucho), nos pedían la friolera de 66$/pp. 
Me encanta la peli, pero no soy tan fanática como para gastarme el presupuesto de un día en esto, así que nos conformamos con ver los alrededores, con lo que ya te haces una idea del paisaje. Seguimos hasta Rotorua, zona de actividad geotérmica por excelencia. Al ser domingo estaba todo bastante muerto y además llovía, así que aprovechamos para conectarnos y buscar el sitio dónde podíamos pasar la noche sin gastar dinero.
Okare falls
El lugar elegido, Okare Falls, cerca de la ciudad. Es una especie de reserva. Puedes dar un paseíto de una hora dentro del bosque y ves un par de cataratas pequeñitas. El sitio es curioso, pero dónde teníamos que dormir, era simplemente el parking de allí, un poco extraño, pero bueno había un par de camper más lo que nos dejó más tranquilos. Había unos baños, que no estaban muy sucios pero que venían acompañados de todos los inquilinos del bosque, menos mal que no había luz y ojos que no ven… Lo mejor dormir con el sonido del agua de las cataratas de fondo.
Kuiran park, Rotorua
Al día siguiente, no tan frescos (las toallitas húmedas son todo un invento), fuimos por fin a conocer la ciudad, y cuando empiezas a caminar ya se nota toda al actividad térmica que hay, ya que por dónde pasas hay fumarolas de gas saliendo de cada hueco de la tierra y un olorcillo característico a azufre. Es increíble pensar todo lo que se cuece debajo de esta zona, mejor no pensarlo mucho, jajaja. 
Nuestro primer destino Kuiran Park, un parque enorme e increíble ya que por todas partes hay piscinas de agua o lodo hirviendo y fumarolas de vapor, para flipar, no os imagináis la cantidad que hay de verdad. Seguimos caminando hacia la parte frontal del Lago Rotorua, y por donde caminas hay fumarolas de vapor, que salen del suelo, alcantarillas, por las orillas del lago, vuelvo a decir que es increíble. El lago es precioso, con patos, cisnes y miles de gaviotas. Se pueden hacer infinidad de deportes acuáticos (no es nuestro caso). Tiene, como por toda New Zealand unas zonas verdes súper cuidadas dónde todo el mundo juega con los niños, toma el sol, en fin, se relaja. Igual que nosotros y el resto de personas con campervan,  aprovechamos todos estos espacios para comer y tirarnos un rato. Siguiendo nuestro paseo, llegamos a los jardines gubernamentales, que no hay que perderse. Son preciosos. Dentro además está uno de los edificios más bonitos de Rotorua; el museo. El entorno es genial con flores, árboles y para variar alguna que otra piscina hirviendo o fumarola. Al museo no entramos, no era muy caro, 18$/pp, pero tenemos que priorizar, así que nos quedamos con las vistas de todo el jardín. Una cosa que nos ha llamado la atención, es que para ser pleno verano, no hay mucha aglomeración de gente, de hecho está más bien vacio, y eso que Rotorua está preparado para el turismo, tiene mil bares y restaurantes (que están vacios) y muchas opciones para dormir, pero está más que tranquilo, lo que para nosotros es perfecto, aún no hemos hecho ninguna cola (ya sabéis que a Alber eso de hacer cola no le gusta nada).

Lago Rerewhakaaitu

Después de recorrer la ciudad, nos quedaba buscar un nuevo sitio para dormir.  Esta vez fuimos al Lago Rerewhakaaitu, camino hacia Taupo. Esto ya era otra cosa. Aparcamos en la misma orilla del lago, rodeado de nuevo de patos y otras aves, perfecto. Se supone que cuestan 6$/pp, que pagas al ranger cuando se pasa, o lo depositas en un sobre dentro del buzón. Nosotros pedimos perdón ya, porque no dejamos nada (ya sabéis la economía), pero creo que todos los que estaban allí  hacían como nosotros. El atardecer fue precioso con los colores del lago variando según oscurecía. Y además de gratis, qué más podemos pedir?
Nos levantamos prontito para ir a una de las tantas zonas donde puedes ver toda la actividad de la zona. Nosotros elegimos Wai-o-tapu (32,50$/pp), porque es la casa de Lady Knox, un geiser, que estalla cada mañana a las 10am (con un poco de ayuda, hay que decir), y porque tiene una de las piscinas hirvientes más grandes de toda la zona, Champagne pool, con 65 m de diámetro.

Champagne pool
Es increíble, chulísima, además está justo al lado de la Paleta del Artista, con mogollón de colores según los  elementos químicos, y puedes ver desde amarillo (azufre), rojo-marrón (óxido hierro), verde (arsénico), es brutal. La verdad es que todo el parque es precioso y puedes ver desde piscinas de agua hirviendo, cráteres, terrazas de cuarzo, cuevas y lagos de colores rarísimos. Vale mucho la pena. Después a relajarnos a unas piscinas termales que están justo en frente, y de paso darnos una duchita que ya nos hacía falta, con tanto olor a sulfuro. El sitio: Waikite Valley, y por 18$/pp, dormimos en el campsite y disfrutamos de las piscinas hasta las 12 del día siguiente. Un final perfecto para un día perfecto.

Huka falls
Nada más salir hacia Taupo, limpitos y duchados, ¡Sorpresa!, control de alcoholemia, a las 11:30am, y además te invitaban a tomar un cafecito por si estabas cansado. De camino, hicimos un par de paradas, para ver los rápidos de Aratiatia y las Huka falls, están bastante bien y además son gratis, jajaja.
Taupo, simplemente al estar a orillas del lago, ya es precioso. Además tiene unas vistas de los tres volcanes geniales (los tres activos, por cierto, sobre todo Mt.Ruhapehu, que en 1995,96 y 2007, hizo sus últimas erupciones). Taupo es también una ciudad bastante turística, llena de barecitos y restaurantes, pero lo bonito como he dicho es el lago, así que hicimos como todo el mundo: bañador, toalla y a tomar el sol al lago.
Dormimos de nuevo gratis, en una reserva a orillas del río, lo único malo eran los baños que eran horribles, tenías que entrar con mascarilla para no caer desmayados, pero bueno es lo que hay.
Nos levantamos contentos, al acordarnos que hacíamos 4 mesecitos desde que salimos de Valencia. Fuimos directamente a un café de Taupo ( ciertas cositas en la reserva era imposible hacer), aprovechamos que además tenía wifi. Listos y con las faenas hechas, nos fuimos hacia el Parque Nacional Tongariro, para ver de cerca los tres volcanes y hacer alguna caminata. La base del P.N. está en Whakapapa, un pueblecito de montaña, desde dónde salen la mayoría de rutas de trecking. La verdad es que este lugar es el paraíso para los amantes de la montaña. Nosotros que no somos mucho de esto, subimos hasta lo más alto que se podía en coche para intentar coger el telesilla hasta las pistas de ski, pero valían una pasta, 25$/pp, para no ver nada ya que el día estaba nublado.
Taranaki falls
Lo que pudimos ver, que a Alber le encantó, fue a unos locos bajando en monopatín los 6 km de bajada y curvas hasta el pueblo. Impresionante la velocidad con que bajaban, pa haberse matao!! Aunque mi chico no es mucho de caminar, decidimos hacer un mini trecking de 2 horas hasta las cataratas de Taranaki. La verdad es que el paseo fue fantástico, combinando paisaje volcánico con bosques frondosos. Perfecto, y eso que el día no acompañaba nada.
Seguimos camino hacía Ohakune, el sitio elegido para dormir, una ciudad pequeñita a pies del volcán Ruapehu (que no veíamos por el tiempo), en otra reserva en pleno Parque Nacional. De nuevo conseguimos dormir gratis, importante para nuestro presupuesto.
Aquí termina nuestro 2º tramo. Empezamos la ruta hacia la parte sur de la isla norte.
Tenemos que decir, que las vistas de esta zona, han sido increíbles, conducir por estos parajes es una maravilla. De todas maneras, como dice Alber, al fin y al cabo son paisajes y llega un momento que necesitas algo más de actividad, de visitar cosas concretas, ya sabéis que además él es bastante cosmopolita, así que creo que nuestro siguiente trayecto le va a gustar más. Pero lo dicho, las vistas son impresionantes y nos hemos llevado muy buena impresión de toda la zona.
Ahora como ya sabéis, un pis y a dormir (estos baños están bastante mejor) y  a ver, si con un poco de suerte conseguimos ver algún kiwi (pájaro),tan famoso y escurridizo, sino al final tendremos que verlo en el zoo, y no será lo mismo. Bueno chicos, lo dicho, un pis…..