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17 de mayo de 2012

Hue: Ciudad Imperial

Puerta principal de la Ciudadela
Nos recogió nuestro "fantástico" bus, con una hora de retraso, pero aquí esto es bastante normal. El bus era tremendo, bastante sucio y lo peor de todo, el AC funcionaba fatal, menos mal que pudimos abrir la ventana y nos entraba algo de aire. Llegamos a Hue después de unas 4 horas de viaje, con parada de 30 minutos. Nos pararon en un hotel, en el que rápidamente salieron todos para ofrecernos la estancia. Como siempre vimos la habitación antes de decidir nada, pero la verdad es que aquí los hoteles están genial. Conseguimos una habitación con A/C por supuesto, por 14$, con desayuno y wifi...vamos reduciendo el precio. 
Tras instalarnos y refrescarnos, fuimos a controlar el barrio. Estábamos al lado del río perfume que atraviesa toda la ciudad, es precioso. Encontramos un sitio para comer dónde nos pusimos morados. Alberto unos nachos (está algo cansadillo del arroz) y yo Noodles fritos con cerdo, rico rico!! . Buscamos varias agencias para obtener información acerca de qué ver en Hue, y nos fuimos a descansar y preparar los 2 siguientes días. 


Nos levantamos pronto como siempre, y fuimos andando hasta "La Ciudadela o Ciudad imperial" dónde hasta hace bien poco aún vivían emperadores y príncipes. La ciudadela es impresionante, no hay que dejar de verlo. La entrada cuesta 80000 vnd y puedes pasarte horas allí dentro ya que es grandiosa. La puerta principal es preciosa. Aún quedan bastante edificios en pie con lo que se puede apreciar perfectamente como vivían en esa época y no se andaban con tonterías, sólo dónde vivía la madre del emperador es más grande que un campo de fútbol, con lagos, jardines, increíble!!! Después de pasar casi 4 horas dentro, regresamos paseando por la vieja ciudad, muy diferente a la de Hoi An, nada turística y dónde ves realmente como vive la gente.

Llegamos muertos al hotel y reposamos un poco antes de nuestra nueva salida. Queríamos ver el atardecer en el río perfume, así que nos sentamos delante de una cervecita fresca a esperar el momento. Una vez oscurecido seguimos paseando a orillas del río, dónde por las noches ponen en mercadillo de todo tipo de cosas y dónde también hay puestos de comida, todos con producto frescos del mar que tenían una pinta muy buenaaaaaaaa, aunque esa noche no caímos en la tentación. También es bastante bonito el puente, que lo iluminan de diferentes colores. De regreso al hotel, se nos abrieron los ojos cuando vimos una agencia dónde estaba la excursión que queríamos hacer casi a la mitad de precio que nos pedían en el hotel y otras agencias. En lugar de 150000vnd sólo nos costaba 90000. Decidimos tomarla si duda, ya que la moto que teníamos intención de alquilar nos costaba ya 100000, sin contar la gasolina y además no teníamos muy claro si habría indicaciones para llegar a nuestros destinos. Además en la excursión estaba incluida la comida y una parte del tour en bote, así que no lo pensamos dos veces.
Pagoda
Nuestro bote
Nos recogieron al día siguiente puntuales y fuimos directamente a tomar el bote. La primera visita fue a una casa típica vietnamita, pero de gente adinerada, con un jardín con todos los arboles frutales imaginables y hasta con su templo incluido. De allí de nuevo en bote directos hasta la Pagoda Thien Mu, una pagoda de siete pisos preciosa cuyo templo alberga las reliquias de un monje bonzo que se quemó a si mismo en protesta por los ataques a su religión (de ahí viene lo de quemarse a lo bonzo). Seguimos nuestra ruta hasta el Templo Hon Chen, que vimos sólo desde fuera, ya que hasta la misma guía nos advirtió que no valía la pena. A la vuelta teníamos preparada nuestra comida: tofu, tortilla, verduras y como no arroz. Dejamos el bote para visitar la primera tumba del tour: Minh Mang Tomb. Nos habían dicho que no hacía falta entrar en las tres tumbas, ya que eran parecidas y las entradas costaban 80000 cada tumba. Decidimos entrar en la segunda: Khai Dinh Tomb. Nos encantó. Tras subir unas escaleras, nos esperaba una explanada con las estatuas de los guerreros y dos torres enormes. Detrás y tras más escaleras, estaba el edificio con la tumba. Todas las paredes están decoradas con cerámicas preciosas y los techos pintados con cabezas de dragones, además que habían sido pintados con los pies en lugar de con las manos. Pero lo más sorprendente es la habitación de la tumba, de todo menos sencilla, toda dorada y con las paredes de cerámica también y encima de la tumba una trona con la figura del emperador en dorado también....como ya hemos dicho, sencillito!!!

Tumba Khai Dinh








La tercera y última tumba: Tu Duc, la vimos desde fuera y esperamos al resto con una cervecita fresca. 
De vuelta a la ciudad, nos pararon en una tienda para ver como hacían el incienso, algo muy usado en este país e intentaron que compráramos algo como siempre, pero nosotros a estas alturas somos difíciles de convencer.
Inciensos 
Para despedirnos de la ciudad decidimos ir a cenar a orillas del río. elegimos un barecito en el que nos prepararon unas estupendas tellinas (enormes) y unas caracolas de mar (aún más enormes) en una salsa picante que estaban para chuparse los dedos, eso sí al final la boca nos quemaba tanto a causa del picante, que no hacíamos más que beber cerveza tras cerveza, apoyando los labios en el fresquito de la lata para aliviar el quemazón. Nuestro siguiente plato fue media raya al grill que también estaba buenísima. La mujer nos convenció para probar una sopa de pescado, como no sazonada con picante que hizo que empezáramos a sudar sin parar, mientras todos ellos se partían de risa. Acabamos con todas las cervezas frías que tenían !! Lo mejor de todo la cuenta al final que fue menos de 13€ así que nos fuimos al hotel doblemente contentos.
Uno de los platos
Veis las enormes guindillas!!!
Al día siguiente teníamos que coger de nuevo un bus a nuestro nuevo destino. Un bus que se nos iba a hacer muy largo, ya que teníamos que recorrer la distancia más larga hasta ahora. 
Amanecimos lloviendo a cántaros,cosa que no nos gustó mucho por miedo a como podía estar la carretera, y además no pudimos salir del hotel prácticamente hasta las 17:30 que venía nuestro bus. Alberto aún se escapó para cortarse el pelo y hacer una cosa que había visto en documentales y tenía curiosidad por hacerse: una limpieza de oídos. Como lo oís, estuvieron limpiándole las orejas y oídos y la verdad es que le encantó, ya os contará él en persona como fue....ahora ya sabéis que como siempre y más con estos buses, Un pis........y a viajarrrrrrrrrrr




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